Representantes del sector empresarial se pronunciaron por la regulación de las marchas para evitar el cierre de negocios y el despido de personal, pues las pérdidas económicas que generan oscilan entre 320 y 900 millones de pesos, según la duración de cada evento, pero lo peor es la mala imagen que damos como ciudad a los visitantes nacionales y extranjeros.

Al término de la firma de un convenio en favor de la seguridad, los presidentes de la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, Rafael García, y de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, Braulio Cárdenas, aclararon que no se trata de limitar la libertad de expresión de nadie, sino de contar con orden.

Hoy lo más importante es la economía de la ciudad, mantener las fuentes de trabajo, y no podemos estar a expensas de que nos cierren una vialidad o coloquen un plantón que evite la llegada de clientes a nuestros negocios, señalaron.

El Poder Legislativo no puede posponer por más tiempo la discusión de esta iniciativa, que busca lograr una mejor convivencia y evitar riesgos de seguridad, pues en cualquier momento podemos sufrir un terremoto y cómo vamos a llegar sí ahí están los manifestantes, argumentó García González.

Los costos políticos de una reglamentación en la materia deben quedar de lado, ante los costos económicos, sociales y hasta ambientales que traen consigo las marchas, así como los plantones, que no deberían permitirse, agregó el representante hotelero, quien propuso que el gobierno realice su programa de obras por la noche.

Con base en estimaciones de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México una marcha de tres horas genera pérdidas para el sector por 320 millones de pesos y hasta de 900 millones si supera las ocho horas.