Una banda encabezada por dos policías de investigación capitalinos en activo, secuestró a un empresario judío que los había contratado para labores de seguridad por medio de una empresa cuyos dueños eran los mismos delincuentes.

El procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, informó que la víctima, secuestrada el pasado 2 de febrero y por quien pedían un rescate de 5 millones de pesos, fue liberada sana y salva de una casa de seguridad ubicada en el municipio de Tecámac, estado de México.

La Procuradurá General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que los detenidos y arraigados son los servidores públicos Marco Antonio Ramírez Rangel, de 32 años, y Rubén Salto Reyes, de 33, adscritos a las coordinaciones territoriales Cuauhtémoc 2 y 5, respectivamente; así como Laura Salto Reyes, Lilia Flores Sánchez o Lilia Sánchez Flores, ambas de 44 años, y Silvia Selene Méndez Moctezuma, de 36.

El procurador explicó que uno de los familiares localizó la camioneta del afectado abandonada en la calle Guillermo Prieto, colonia San Rafael, y a partir de las evidencias encontradas en el vehículo se logró la detención de Lilia y Silvia. Ambas mujeres aceptaron su participación y refirieron que su labor consistía en cuidar y dar de comer al agraviado e incluso bañarlo. El secuestrado dijo que recibió malos tratos y que una de estas mujeres lo golpeó.

Por conducto de las sospechosas se llegó a Ramírez Rangel, agente de investigación, quien en ese momento se encontraba de guardia en la coordinación territorial donde estaba adscrito. Su cómplice, Salto Reyes, también agente investigador, quien portaba su arma de cargo, cuidaba a la víctima en la casa de seguridad.

En el lugar se encontraron los manuscritos en los que instruían a la víctima lo que debía decir durante las negociaciones, ya que los secuestradores forzaban al empresario a llamar a su familia para obligarla a pagar.

También se localizó una computadora portátil con el informe de una empresa de seguridad privada sin membrete; además de cuadernos de registro de gastos y control de salidas.

Cabe destacar que Rubén Salto Reyes y su hermana Laura, capturada también por elementos de la Fuerza Antisecuestros, son propietarios de la empresa de seguridad privada con razón social Trovels SA de CV, y le brindaban servicio de vigilancia a la empresa del afectado.

Por este motivo conocían las actividades del agraviado en la compañía y las acciones que los familiares realizaban durante las negociaciones para el pago del rescate.

El procurador capitalino dijo que aún se encuentra abierta la investigación, ya que podría haber dos personas más relacionadas con este delito.

Enfatizó que no permitirán que ningún funcionario de la dependencia quede impune si comete algún delito.