La construcción de un muelle de cruceros en Barra de Potosí, Guerrero, no solamente pone en riesgo especies de aves y manglares bajo protección especial por la normatividad ambiental, sino también desplazará a una comunidad de pescadores que debió rehacerse en 1985, después del terremoto.

El pasado 12 de enero, el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el título de concesión otorgado a Fonatur Operadora Portuaria para la administración integral del recinto correspondiente a Zihuatanejo y la Barra de Potosí, Petatlán, donde se prevé desarrollar un muelle de cruceros.

La concesión es para el aprovechamiento por sí o por terceros mediante contratos de cesión parcial de derechos, de bienes de dominio público o de prestación de servicios. Considera la construcción de marinas, obras portuarias, náuticas, turísticas, deportivas y comerciales. Plantea, asimismo, la reubicación de las áreas ocupadas de manera irregular.

De acuerdo con un plano citado en el DOF y en el plan regional de la Costa Grande, donde se erige la comunidad de 300 pescadores serán construidos campos de golf y hoteles.

El biólogo Arturo Beltrán explicó que Barra de Potosí se ubica 20 kilómetros al sur de Zihuatanejo, y de acuerdo con el plano DGP 24 marzo 2010 –citado en la publicación del DOF–, similar a una propuesta preliminar del plan regional de la Costa Grande, se prevé desplazar a la comunidad de pescadores.

Se construirían condominios, hoteles y un megaestacionamiento, donde hoy existen enramadas, así como un campo de golf de 18 hoyos cerca de la playa San Valentín. El muelle está proyectado a 500 metros de la laguna Potosí y de los manglares –cuya explotación está prohibida por la Ley General de Vida Silvestre–, y existe riesgo de que los residuos de combustibles se vayan a ese cuerpo de agua, expresó en entrevista telefónica Alberto Bello, comisario del poblado y presidente de la cooperativa Poza Verde.

Explicó que funcionarios de Fonatur dijeron a los pescadores y habitantes de la localidad que no se dañará su entorno, pero sabemos que el muelle se hará en esa zona, y no sólo pone en riesgo ese hábitat, sino la pesca, de la cual viven las familias.

Detalló que hay dos organizaciones de pescadores, y que alrededor de 170 personas se dedican a la pesca de escama, pulpo y ostión. Agregó que les han dicho que el muelle de cruceros es ciento por ciento redituable y que habrá empleos, pero ya se sabe que la gente que viaja en crucero no deja derrama económica a la comunidad, porque viene con todo pagado; sólo bajan a comprar chucherías.

En la laguna El Potosí y ambientes de influencia se han encontrado, a lo largo de tres años de trabajo, 212 especies de aves silvestres; de éstas 82 son acuáticas y 23 son únicas de la zona; 19 están en categoría de riesgo de acuerdo con la norma 059, indicó Alejandro Meléndez, miembro del laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.

La zona es importante sitio de anidación y descanso de especies llamadas morros, rica en diversidad; se han detectado 180 especies de mariposas. Hay alrededor de 450 hectáreas de manglar. Asimismo, se han observado ballenas con crías, delfines y tortugas marinas que anidan en la playa. Lo que sugiere una rica biodiversidad, sensible a perturbaciones naturales u ocasionadas por el ser humano.

El epicentro del terremoto de 1985 estuvo a unos kilómetros de Barra de Potosí, por lo que las precarias viviendas de madera fueron destruidas; el pueblo fue reconstruido con apoyo de la Cruz Roja internacional.