La memoria de las ciudades se constituyen no sólo con sus paisajes, calles y plazas, o su arquitectura y los sucesos que ahí tuvieron lugar, sino también con ciertos personajes que se vuelven parte de ese entorno, y cuya presencia es indispensable, como fue el caso del escritor Carlos Monsiváis, señaló Gerardo Estrada, director del 27 fmx-Festival de México.

Estrada habló así la noche del viernes en el Palacio de Bellas Artes, durante la entrega postmortem a Monsiváis (4 de mayo de 1938-19 de junio de 2010) de la Medalla al Mérito, recibida por su asistente y prima Beatriz Sánchez Monsiváis, quien agradeció el reconocimiento al intelectual y enfatizó que él escribió muchísimos textos sobre su entrañable ciudad.

La entrega de la medalla se realizó durante el intermedio de un concierto de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), dirigida por José Luis Castillo, y con la presencia del destacado pianista australiano Leslie Howard, quien ha grabado toda la obra de Liszt para ese instrumento y que la noche del viernes interpretó el Concierto para piano y orquesta en La mayor. La orquesta interpretó además Blumine y Sinfonía número 1 en Re mayor, Titán, ambas de Gustav Mahler.

No se ha ido del mundo cultural

Así que, sin cumplir todavía un año de haber dejado físicamente esta vida, el hombre llamado ciudad –como se refirió al autor de Días de guardar y Los rituales del caos el escritor Adolfo Castañón– sigue presente en el mundo cultural, artístico, editorial y social mexicano. Por lo pronto, la noche del viernes recibió un nuevo reconocimiento, más que merecido, de su urbe entrañable.

Según información del festival, la medalla que ahora fue otorgada a Monsiváis es entregada anualmente desde 1998 “para reconocer a aquellas personas o instituciones cuya trayectoria y acciones hayan contribuido al rescate, impulso y dignificación del Centro Histórico de la ciudad de México.

En la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del actual, se argumenta, la figura de Carlos Monsiváis, “con su deliberado desaliño y siempre con libros bajo el brazo, formó parte indefectible, obligada y omnipresente del acontecer cotidiano de la vida de nuestra ciudad. No podía concebirse acto cultural, político y social de nuestra calles sin que Monsi tuviera un palco de primera fila y fuera testigo comprometido”.

Pero Monsiváis no sólo vivió y conoció como pocos esta ciudad, destaca el festival. “Su fascinación por ella, no exenta de cierto masoquismo, como todos los que en ella vivimos, hizo que contribuyera a conocer y a preservar la historia de sus habitantes, a veces en términos individuales, y en el caso particular, de manera colectiva.

Sobran las razones

“En ningún lugar está mejor evidenciado lo anterior que en el legado que por decisión propia hizo (Monsiváis) a la capital del país: el Museo del Estanquillo, donde están depositados, para disfrute de todos, los miles de recuerdos y bibelots que acumuló en sus semanales recorridos por mercados y bazares de la ciudad. ¿Faltaría alguna razón más para que el festival le otorgara este reconocimiento?”

Cabe recordar que la Medalla al Mérito ha sido entregada a personajes como José E. Iturriaga, Manuel Espinosa Iglesias, Guillermo Tovar de Teresa, Conchita Bueno Bretón, Alfredo Harp Helú, Roberto Hernández, Jacobo Zabludovsky y Ángeles González Gamio.