Crear un público crítico de la cultura, que participe, cuestione y no sea sólo espectador, es uno de los principales retos del Museo Casa de León Trotsky, que recibe alrededor de 40 mil visitantes al año, de los cuales 30 por ciento son extranjeros, y que para este año continúa con un intenso programa cultural.

El viernes pasado inició el ciclo Poesía en el aire, en el que participan artistas –poetas, músicos y bailarines–, quienes después interactúan con el público. Este ciclo se realizará los viernes de marzo y abril (excepto Semana Santa). Actualmente están montadas las exposiciones Nuestras formas estéticas y Seis lustros en el grabado.

Además de las muestras se realiza un taller de animación y apreciación audiovisual, así como funciones de matiné y cuentacuentos, además de la presentación del documental 30 años de vida, venciendo a la muerte (historia fílmica de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo), con la presencia de Rosario Ibarra de Piedra; Sara Mrad, presidenta de la filial Tucumán de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y Julio Aibar Gaete, investigador de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Este documental se proyectará el miércoles 16 a las 19:30 horas.

El Museo Casa de León Trotsky fue fundado por Javier Wimer (fallecido en junio de 2009); es un recinto pequeño, pero con numerosas actividades culturales todo el año (ya se está preparando el encuentro de editores independientes Edita, para noviembre próximo); nuestra idea es la creación de un público crítico, señala Miguel Mouriño, coordinador de Programas Educativos y de Difusión Cultural del museo coyoacanense.

Creemos que para que las cosas cambien en un país como el nuestro y que la cultura tenga una aportación real, el público no debe ser sólo espectador. Queremos propiciar que, mediante actividades culturales, la gente participe y se sienta parte de algo, de saber que se pueden cambiar las cosas. Porque a través de la cultura es posible, es la base de todo; es importante que el público comprenda el espectáculo que está viendo, que comprenda lo que tiene como carga social, quién es el artista, qué le mueve como ser humano, qué le puede interesar, de qué manera podría llegar a expresar el arte como fenómeno social.

En el museo trabajan 14 personas, la mayor parte de sus costos de operación son cubiertos con la venta de boletos, aunque también reciben aportaciones de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal y donaciones.

Somos una asociación civil que está al frente del Instituto del Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky, y tiene un régimen autogenerado. El costo de operación promedio es de 2 millones de pesos anuales.

Es un museo pequeño, pero con proyección internacional muy fuerte, más que nacional. Curiosamente es muy conocido y respetado a escala internacional, en México no tanto. No está muy claro para los mexicanos quién fue León Trotsky, y ahora lo están comenzando a conocer.

Sin embargo, subraya Mouriño, “aquí no difundimos nada más las ideas de Trotsky. No somos un museo de culto político, sino todo lo contrario: queremos ser un espacio plural, donde converjan la cultura, que pueda haber exposiciones, cine, crítica de la cultura, el Instituto del Derecho de Asilo, un lugar, en fin, donde pueda haber muchas cosas sin que tengan relación directa con un partido o creencia política.

Tuvimos aquí a Trotsky y la esencia de la casa es él, pero su pensamiento no era exclusivista, no sólo quería el mundo para él; rebasó en muchos sentidos a la mayoría de los pensadores de su época, e ir a la vanguardia fue lo que le costó la vida. No somos un museo del socialismo, ni un espacio del comunismo; no promovemos un partido político ni es nuestro interés. Por eso queremos abrirnos a lo que debemos ser como espacio cultural.

El Instituto del Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky se encuentra en avenida Río Churubusco 410. Colonia del Carmen, Coyoacán. Mayores informes sobre visitas guiadas y otros servicios: www.museocasadeleontrotsky.blogspot.com y en Facebook.