Con la consigna de que el equipo recupere el paso y con la idea de saber que Santos es mucho más grande que ganar o perder, como afirmó su presidente, Alejandro Irarragorri, el cuadro de Torreón hizo una parada en un centro comercial de Santa Fe, donde convivió con decenas de niños en su camino hacia Toluca para enfrentar hoy a los Diablos Rojos, en un partido de desesperados en busca de puntos.

El subcampeón, que ahora marcha rezagado en el puesto 13 del torneo Clausura 2011, pasó una tarde cordial y se convirtió en parte de un centro temático infantil, aunque ahí también jugadores y directivos tuvieron que respirar profundo ante las inocentes preguntas de los niños: ¿qué se siente llegar a finales y perder?, ¿regresará Rubén Omar Romano?

Christian Benítez era bombero, Fernando Arce hacía pizzas, Felipe Baloy atendió urgencias en el hospital; defensas, mediocampistas y atacantes se repartían entre empaques y cajas de cobro todo tipo de productos para los aprendices de consumidores, mientras un grupo encabezado por Oswaldo Sánchez se dedicó a lo suyo en una cancha miniatura.

El arquero, quien en su momento tuvo que explicar a un niño por qué dejó la playera de Chivas y ahora viste de verde, avizoró sobre lo que les espera hoy en el estadio Nemesio Diez: “Sinha es un gran jugador, pero Toluca no sólo se compone de él; tiene jugadores importantes en todas sus líneas y yo siempre he dicho que en zona defensiva cualquier jugador que te ataque es peligroso.

Debemos estar muy alertas con todos, pero más allá de preocuparnos por lo que ellos puedan hacer, creo que la consigna es rencontrarnos con nuestro futbol y tratar de que ellos se preocupen por nosotros.

Sobre la llegada del nuevo técnico Diego Cocca fue necesario que alguno de los jugadores saliera al quite, así que Arce aseguró: Estamos muy contentos y muy comprometidos con él, así como con comprender rápido la idea que él quiere y mostrar de qué está hecho el equipo.

Irarragorri citó que hace cuatro años, justo cuando se coronaron, el equipo lagunero hizo la misma convivencia con los niños en dicho centro, y ahora será tiempo de sembrar, pues la baja que ha experimentado el cuadro sin lugar a dudas es un golpe en lo más profundo de la institución y de cada uno de nosotros, como directivos y jugadores.

El directivo consideró que después de ocho torneos en que Santos disputó liguillas, es normal, como cualquier cosa en la vida, que se produzca una debacle. Nos toca sembrar, economizar, enfrentar la situación difícil que vivimos en las primeras jornadas.