Jueves 10 de marzo de 2011, p. 28
París. Anunciada hace casi un año por el presidente Nicolas Sarkozy en el contexto de su guerra nacional
contra la delincuencia, el gobierno de Francia retiró su iniciativa de despojar de la nacionalidad francesa a los criminales extranjeros. Preocupado por la recuperación de la ultraderecha en los sondeos de opinión, de cara a las presidenciales, el primer ministro francés, Francois Fillon, solicitó a los diputados de la gobernante Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha ) que se adhieran a esta posición.