El tráfico ilegal de pericos y guacamayas disminuyó por primera vez en México después de que en octubre de 2008 se decretó la prohibición al aprovechamiento extractivo comercial y de subsistencia en la Ley General de Vida Silvestre.

Sin embargo, la Profepa sólo alcanza a decomisar alrededor de 2 por ciento del volumen total del tráfico ilegal de pericos, afirmaron las organizaciones Defenders of Wildlife de México, Teyeliz y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

Explicaron que la veda fue decretada después de que se estimó que el tráfico ilegal anual de pericos y guacamayas era de hasta 78 mil 500 ejemplares, de los cuales 77 por ciento, (es decir, 60 mil pericos aproximadamente) morían antes de llegar a manos de un consumidor por el maltrato durante el proceso de captura, acopio, transportación, distribución y venta en todo el país.

De acuerdo con los datos de los aseguramientos anuales de la Profepa, en 2010 solamente se decomisaron 566 pericos mexicanos, la cantidad más baja registrada en casi 10 años y que representa una disminución de una tercera parte los aseguramientos de 2009. “Es importante considerar que la Profepa sólo alcanza a decomisar alrededor de 2 por ciento del volumen total del tráfico ilegal de pericos.

Estas son noticias alentadoras para la conservación de los psitácidos en México. Ha quedado demostrado que la veda de 2008 y la campaña nacional de comunicación que lanzaron las organizaciones ambientalistas junto con la Profepa para disuadir a la gente de comprar pericos silvestres, está teniendo éxito. Las vedas sí funcionan para detener el tráfico ilegal, afirmó Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.

En México hay 22 especies de pericos y guacamayas pertenecientes a la familia psitácidos. De estas especies, 21 se encuentran en una categoría de riesgo dentro de la norma oficial mexicana 059, mientras 11 están en peligro de extinción; seis están amenazadas, y cuatro bajo protección especial.

Precisaron que 95 por ciento de todas las especies mexicanas de psitácidos está en riesgo debido a la sobrexplotación legal, así como la que está fuera de la ley.

La única forma de salvar las especies es deteniendo la extracción masiva que ocurre cada año, y la veda funciona, pero es apenas el primer paso de un largo proceso. Los pericos aún no están a salvo y se necesita duplicar esfuerzos, dijo María Elena Sánchez, presidenta de Teyeliz.