El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, ratificó que impugnará la resolución del Instituto Federal Electoral (IFE) en que se le sanciona por llamar a votar contra el Partido de la Revolución Democrática (PRD), tras advertir que algunos partidos políticos se han convertido en factores de intolerancia.

Además, criticó que las leyes reglamentarias en el país restrinjan a los ministros de culto su derecho fundamental a la expresión, y que los legisladores se opongan a reformar la Constitución para abordar ese tema y dejar a un lado una serie de ambigüedades terribles.

Agregó: No podemos vivir una especie de esquizofrenia donde, por un lado, la Constitución reconoce todos los derechos a todos los ciudadanos, y por el otro restringe de manera grave los derechos de los ministros de culto en cuanto a la libertad de expresión y asociación.

Sobre el tema, el presidente del Colegio de Abogados Católicos de México, Armando Martínez, acusó al PAN de actuar como Poncio Pilatos, porque se lavó las manos en la sesión del Consejo General del IFE, donde en complicidad con el PRD se determinó sancionar a Valdemar.

Cuánta razón tiene (Andrés Manuel) López Obrador al decir de esas perversidades y de esas alianzas perversas que existen en los partidos políticos, dijo Martínez, tras señalar que existe un atropello democrático y una nueva cruzada del Estado en contra de la Iglesia, que desde la época de la cristiada no se vivía.

El abogado acotó que su expresión no quiere decir un apoyo a las posturas de López Obrador, pero al parecer los partidos políticos van en contra de más de 90 millones de católicos en México y en contra de sus ministros para que no expandan el evangelio y sus posturas.

Añadió que una vez que sean notificados, impugnarán la decisión del IFE y llevarán el asunto hasta sus últimas consecuencias, para que se respete el estado de derecho y el Estado laico, pero ante todo, los derechos humanos del sacerdote Hugo Valdemar.

En conferencia de prensa al término de la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, Martínez sostuvo que hubo incumplimiento del IFE en torno a la garantía del debido proceso de investigación. Las notas periodísticas de Hugo Valdemar están fuera de contexto y el IFE no probó que lo que está en las notas es lo que efectivamente dijo.

El IFE, dijo, debió probar que el presbítero incurrió en inducción, y la definición de dicho concepto que tomó el IFE es cuestionable: ¿hablar de los partidos es inducir?

Tampoco –agregó– justificó en calidad de qué actuó Valdemar: si como ciudadano o como clérigo.

A pregunta expresa, Valdemar refirió que a nivel teológico no se puede diferenciar: soy sacerdote en toda circunstancia. Pero, subrayó, hacer proselitismo es una acción consecutiva deliberada que no he hecho. Una vez se me salió pronunciar el nombre del partido innombrable, pero nunca más lo he hecho con esa intención o esa intensidad.

También dijo que, oficialmente, “no tengo el nombramiento de vocero. Ese título me lo han dado con mucho honor los periodistas; en realidad mi cargo es de director de comunicación de la Arquidiócesis de México (…) El cardenal (Norberto Rivera) nunca ha tenido voceros, pero por oficio de la oficina me ha tocado salir a dar opiniones. No puedo desmentirlo públicamente. Eso es parte de la confusión”.