Señales esperanzadoras envía la cantera de Chivas
a escandalosa derrota del Toluca robó reflectores en la fecha nueve, fue la gota que derramó el vaso y puso en cónclave a la directiva choricera, tan acostumbrada a los triunfos. Si bien la jerga futbolística afirma que las goleadas son circunstanciales, cuando la humillante derrota se convierte en la quinta caída consecutiva es más que evidente que algo anda mal.
Los Diablos Rojos son todavía el equipo más ganador de los torneos cortos, honor que comparten con otro club que también anda de capa caída, los Tuzos del Pachuca. Los famosos ciclos parecen cumplirse inexorablemente y ambas directivas se durmieron en sus laureles y no hicieron los movimientos precisos para evitar la cuesta abajo que apareció demoledora.
Los Tuzos, con todo y sus escuelas, que ya quisiera tener la propia Federación Mexicana de Futbol, y las asiduas visitas del mandamás Joseph Blatter, no han encontrado al remplazo ideal desde que dejaron ir a Enrique Meza, su último estratega exitoso. El sábado el argentino Pablo Marini renunció, abrumado por la derrota ante Estudiantes Tecos.
Los choriceros también cayeron en el sueño de querer generar sus propios estrategas y ahorrarse unos pesos. Dieron la oportunidad a un Sergio Lugo que sin duda sabe mucho de futbol, pero que sencillamente no ha mostrado liderazgo ni capacidad de conducir a unos pingos tan proclives al desorden en cuanto se ven con el marcador adverso.
Coincidentemente, ambas directivas tienen a sus vacas sagradas. En el cuadro hidalguense está Miguel Calero, quien desde hace rato debió colgar los guantes; sus errores en el marco se han hecho cada vez más frecuentes. En el equipo escarlata la Sinha-dependencia es un lastre, porque se trata de un genio inconsistente al que también le cayeron los años encima, y no hay relevo joven en el horizonte.
Santos Laguna es otro club de aceptable rendimiento en los minitorneos, pero todo indica que la desilusión por la final perdida ante Monterrey pegó demasiado hondo y aún no se recuperan ni el público ni la directiva, que aprovechó el mínimo pretexto para despedir a Rubén Omar Romano. El relevista Diego Cocca no encuentra la hebra y acaba de recibir un severo golpe anímico de parte del América.
En la rueda de la fortuna que es la liga mexicana, desde un mejor plano sonríen equipos como los invictos Pumas, que otra vez convocan aplauso y elogios. El Tuca Ferretti se está convirtiendo en el santo remedio para los Tigres de la UANL, el Morelia de Tomás Boy ligó cuatro victorias, mientras que el América retoma el buen camino y La Máquina lucha por no rezagarse.
En la pelea para evitar el descenso, la presión comienza a hacer mella en los Gallos Blancos, que fallaron dos penales y perdieron ante el Monterrey. La maldición para el estadio Corregidora parece vigente, pero su principal pesadilla se llama Sergio Bueno, timonel que llegó al mando de los hidrocálidos y suma ya cinco juegos sin derrota.
Los rojiblancos todavía están en el fondo de la tabla de cocientes, pero con aplomo, y muy especialmente con el aporte de Oscar Conejo Pérez, se aprestan a rebasar a los queretanos, que ya cavan su propia tumba.
Con este panorama lucen atractivos los choques en la cima de la próxima jornada entre Cementeros y Águilas, así como la visita de Pumas ante los crecidos michoacanos. En el abismo, convoca al morbo la cita entre Gallos y Puebla, y Necaxa contra Monterrey.
Antes fueron los argentinos, pero ahora, a un costo menor, los ecuatorianos se afianzan en el certamen. La desbandada hacia tierras mexicanas fue culpa de Christian Benítez, quien no hace mucho aderezó el torneo con su habilidad, enseguida promotores y directivos se lanzaron en compras de pánico y trajeron a Jaime Ayoví, Joao Rojas, Michael Arroyo, Christian Suárez, Félix Borja... la lista es larga.
La Sub-20 de Juan Carlos Chávez prepara su participación rumbo al premundial de la categoría. Las Chivas ahora tendrán justificación para su gris desempeño en el máximo circuito, pues se desprenden de importantes elementos para proveer al Tri con elementos como Jorge Enríquez, Ulises Dávila y Cristian Álvarez.
