trabajo interno
l documental The inside job, que sería deseable se proyectara en México próximamente, pone al descubierto las anomalías en el sector financiero de Estados Unidos, que llevaron al desastre económico al mundo entero. Fue premiado como el mejor en su categoría en la más reciente entrega de los Óscares en Hollywood, California. El documental es un trabajo que impresiona por la seriedad con la que trata el delicado asunto de la bancarrota en el sector financiero. Además, es una llamada de alerta para quienes depositan su confianza en los mercados de valores, sin saber a ciencia cierta la forma en que sus recursos son manipulados. Dos días después de recibir el Óscar, su director, Charles Ferguson, comentó algunas de sus experiencias durante la filmación del documental, en una entrevista trasmitida por la cadena de radio PBS. Por la actualidad de sus comentarios vale resumir algunos de ellos.
El documental, dijo Ferguson, trata de ilustrar el origen de la crisis del sistema financiero que culminó en los últimos años de la primera década de este siglo. Sus raíces están en la desregulación en ese sector, la irresponsabilidad de las autoridades encargadas de aplicar la normatividad respectiva y la corrupción en algunas de las más importantes instituciones financieras del país. Durante la entrevista reafirmó lo que dijo en el momento de recibir el Óscar: tres años después de haberse puesto al descubierto las causas de la crisis, ninguno de sus principales protagonistas está en la cárcel y muchos de ellos permanecen en importantes puestos del sector financiero. Es una de las razones por las que inevitablemente volverá a suceder una crisis similar, como de hecho han venido ocurriendo cada 10 años a partir de los años sesenta.
Antes de 2008, Obama denunció las anomalías en el sector financiero. Cuando llegó a la presidencia prometió acabar con ellas pero hasta ahora no ha podido cumplir con esa promesa, debido a que los poderosos intereses del sistema financiero en última instancia modulan el sistema político. No es un secreto, afirmó Ferguson, el poder que ejerce Wall Street en el proceso electoral mediante los millones de dólares que derrama entre los candidatos de uno y otro partidos políticos. Es casi imposible, ya no digamos castigar a los responsables de la crisis, sino siquiera establecer una regulación adecuada para que no vuelva a suceder. Al parecer Obama perderá una oportunidad histórica para remediar, o cuando menos paliar, este fenómeno mediante una reforma a fondo.
Concluyó diciendo que es necesario establecer un código de ética en las escuelas de economía, ya que diversos especialistas en la materia egresados de universidades privadas, como Harvard, fueron también responsables del desastre financiero avalando, como funcionarios o como académicos, la desregulación y el comportamiento fraudulento de las instituciones que lo llevaron a la quiebra. Tal vez algo sepa de lo que también sucede países como el nuestro.