En fiestas, domicilios particulares, tlapalerías y hasta en puestos del comercio informal se venden solventes a menores de edad, quienes los ingieren como drogas. Las sustancias, caracterizadas por la autoridad como inhalantes urbanos, son de fácil acceso para los adolescentes y de bajo costo.

Tan sólo en la delegación Alvaro Obregón el número de jóvenes que inhalan este tipo de sustancias podría llegar a 10 mil, informó el jefe delegacional, Eduardo Santillán, quien aseguró que esto es un foco rojo para su administración. “Hablamos de una droga. La más barata, porque el solvente puede comparse hasta en 30 pesos, y de ahí puede obtenerse un número similar de monas, es decir, por cada una se pagaría un peso.”

Si bien los centros de atención hospitalaria del Distrito Federal y de Integración Juvenil reportan una cifra que oscila entre 1.3 a 1.5 por ciento del total de la población, se trata de un fenómeno que debe ser atendido porque va en aumento y ataca principalmente a adolescentes.

Ante la falta de normatividad que evite la venta de solventes para producir drogas, el gobierno de Álvaro Obregón, en coordinación con la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, el Instituto de Verificación y el Consejo Ciudadanos, entre otras instancias, dio inicio al programa Cero venta de activo y solventes, mediante el cual se verificará e investigará a los negocios que incurran en dicha práctica.

En su día de arranque se notificó a las 250 tlapalerías de la demarcación sobre las medidas que se tomarán en caso de que se detecte que venden dichas sustancias a menores.

Por su parte, el procurador de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, informó del caso preocupante de un puesto semifijo de mariscos, ubicado en Insurgentes, donde vendían cocteles, esto es, una mezcla de solventes preparados, en 20 pesos. La mayoría de los clientes eran jóvenes de la calle; de ahí se derivaron conductas sexuales inapropiadas, lo que dio lugar a un operativo en el que hubo detenidos.

Reconoció que tiene información de domicilios particulares que se dedican a concentrar y vender solventes. Contra esos negocios el mensaje “es que el local o el inmueble que se encuentre ahí puede ser asegurado”.