Los libros abandonan la solemnidad de los estantes para ir al encuentro con los lectores.

Tal es el espíritu que anima la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), que se inició ayer, señaló Victórico Albores Santiago, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, acompañado por Enrique Peña Nieto, gobernador del estado de México, entidad invitada de honor en esa fiesta de las letras, encabezaron la ceremonia de inauguración de la edición 32 de la FILPM.

Las novedades del encuentro son la oferta de 30 mil títulos nuevos, muchas más ediciones universitarias y el incremento de las actividades relacionadas con la ciencia y la tecnología, señaló en su discurso de bienvenida José Gonzalo Guerrero Zepeda, director de la Facultad de Ingeniería de la UNAM.

En su papel de anfitrión, informó que entre los mil 80 actos que se llevarán a cabo desde ayer y hasta el 6 de marzo destacan 117 actividades dedicadas a la poesía, 532 presentaciones editoriales, además de las ya tradicionales jornadas juveniles y lecturas.

Larga espera de visitantes

Por su parte, Victórico Albores subrayó la urgencia de que los planes y programas federales de fomento a la lectura tengan continuidad, seguimiento y sean evaluados.

Anunció que los editores preparan una propuesta que presentarán al Congreso de la Unión para que en el próximo Presupuesto de Egresos de la Federación se otorguen recursos etiquetados, suficientes y necesarios, para el fomento a la lectura.

Destacó que ello ayudaría a aumentar la competitividad de la industria editorial que, tan sólo por la piratería, tiene pérdidas de mil 950 millones de pesos anuales, pues por cada 10 libros, hay dos piratas y tres fotocopiados, lo cual también representa una pérdida para los autores de 125 millones de pesos anuales por concepto de regalías.

El acto oficial de inauguración se inició a las 11:30 de la mañana y concluyó casi dos horas después, luego del recorrido que los funcionarios hicieron por los módulos.

No obstante, decenas de personas, sin información acerca de la hora en que la feria abriría al público, se encontraban ya desde las 10:30 formadas enfrente de las taquillas.

Cerca de la una de la tarde, cuando el rector de la UNAM se retiraba del lugar, el señor Jesús Gómez, ingeniero jubilado, se acercó a reclamarle. Narro se disculpó y prometió que pondría más atención en la difusión al público de los horarios de la feria.

El señor Gómez, quien dijo ser asiduo visitante de la feria desde hace más de una década, quedó satisfecho con las palabras y el tiempo que le dedicó el rector y al despedirse de él dijo: ahora sí, voy por mi kilo de libros.

Veinte minutos antes de las dos de la tarde el público pudo ingresar al Palacio de Minería. Muchas personas olvidaron la molestia que les causó la larga espera al comenzar a recorrer los pasillos llenos de libros.

Editoriales, como Santillana, Random House Mondadori, Larousse, Patria, Trillas y Gedisa ocupan el patio central del recinto, aunque también cuentan con módulos en otros recovecos del inmueble.

Montones de libros de Haruki Murakami, la biografía de Joaquín Sabina, toda la colección de libros para niños ilustrados por Juan Gedovius, nuevas ediciones de Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, recetarios, catálogos de artistas mexicanos, discos de la Sinfónica de Minería, horóscopos para sanar enfermedades, atlas, manuales para cuidar serpientes, libros de anatomía y toda la colección de La Familia Burrón, son algunas de las opciones que ofrece la FILPM.

Al módulo de La Jornada acudirán caricaturistas para firmar libros en los siguientes horarios: El Fisgón, 27 de febrero, a las 14 horas; Patricio, primero de marzo, a las 17 horas; Hernández, 5 de marzo, a las 12 horas. Eduardo del Río, Rius estará el 6 de marzo en horario aún por confirmar.