El Senado aprobó ayer en lo general la nueva Ley de Migración, pero pospuso la discusión en lo particular de casi 40 por ciento del contenido de esa legislación, ya que se reservaron 61 artículos, entre los que se encuentran los ordenamientos más polémicos.

Se trata de aquellos que criminalizan la migración, propician la violación de derechos humanos de extranjeros que cruzan por territorio nacional y van a la par de las exigencias de Estados Unidos, según denunciaron en tribuna Ricardo Monreal, del Partido del Trabajo, y Pablo Gómez, del de la Revolución Democrática.

¿Con qué cara le vamos a exigir a Estados Unidos respeto a nuestros migrantes, si aprobamos esta legislación?, preguntó Monreal Ávila. Dijo en tribuna que se trata de una legislación hostil y persecutoria, que da a la Policía Federal (PF) la facultad para detener migrantes en cualquier parte del país. Vamos a repetir las redadas y las detenciones masivas de connacionales en territorio estadunidense, que tanto criticamos.

El legislador perredista Pablo Gómez Álvarez advirtió que él no votaría, ni siquiera en lo general, por una ley que da a la PF la capacidad de sustituir a la autoridad migratoria y que posibilita las denuncias anónimas para detener a extranjeros. Ello permitirá, insistió, todo tipo de abusos, porque los policías podrán hacer lo que quieran con los migrantes y argumentar que recibieron una llamada telefónica.

El dictamen provocó fuertes discusiones en las bancadas del PRI y el PRD. En reuniones previas a la sesión, se preguntó a los senadores que participaron en la Mesa de Migración –y que junto con autoridades de la Secretaría de Gobernación dictaminaron el proyecto– por qué dejaron pasar ordenamientos que criminalizan la migración.

Los priístas acordaron llegar con una serie de propuestas para modificar el dictamen. En nombre de su bancada, el senador del tricolor Francisco Herrera León sostuvo que realizaron durante meses un trabajo serio, un amplio análisis de 55 iniciativas presentadas en ambas cámaras.

Sostuvo que el Partido Revolucionario Institucional en forma alguna estaría de acuerdo en dar a los centroamericanos que cruzan por nuestra frontera sur el trato que reciben los mexicanos que intentan llegar a territorio estadunidense, y anunció que presentaría reserva a diversos artículos.

Monreal recalcó que México no puede convertirse en policía extraterritorial de Estados Unidos en materia migratoria y crear una legislación que frene el paso de migrantes extranjeros a territorio del vecino país, y pospuso postergar la discusión del dictamen. A la propuesta se sumó el coordinador de Convergencia, Dante Delgado. ¿Cuál es la prisa?, preguntó.

Sin embargo, el dictamen se aprobó en lo general con 84 votos en favor y 15 en contra. Uno de los artículos impugnados –hasta por el PAN– fue el 26, que permite a la PF detener en cualquier punto del territorio a extranjeros, así como las multas excesivas para los patrones que contraten a migrantes indocumentados y para quienes los ayuden a permanecer de manera ilegal en el país.

Otros artículos impugnados por los senadores tienen que ver con usar la palabra aseguramiento en lugar de detención, o filtro en lugar de estancia migratoria y el cobro de fianzas a extranjeros, que incentivaría el secuestro de migrantes.

El priísta Jesús Murillo Karam planteó que dada la trascendencia de las reformas, la redacción podría prestarse a confusiones, a aplicaciones inadecuadas o indebidas e incluso en un momento dado hasta en sentido contrario de lo que se busca. Por ello propuso posponer la discusión de los 61 artículos reservados para cuando se tenga la redacción correcta.

De la agenda de ayer se retiró el dictamen de la reforma constitucional sobre derechos humanos, ya que pese al acuerdo de las fracciones de allanarse a la minuta de la Cámara de Diputados, los legisladores panistas se echaron para atrás, porque los ultras de esa bancada no aceptan que se prohíba discriminar a las personas por sus preferencias sexuales.