En el caso de Florence Cassez Crepin, los gobiernos de México y Francia sostuvieron, hasta antes de la visita de Nicolás Sarkozy, el 9 de marzo de 2009, un intercambio diplomático para tratar de resolver el pedimento de extradición de la ciudadana francesa, sentenciada a 60 años de prisión por secuestro.

En una carta que el presidente Felipe Calderón le envió a Sarkozy el 6 de febrero de 2009 sugirió que, antes de tomar una decisión, la defensa de Cassez debía concluir la fase de apelación ante el tribunal unitario que conoce del caso para, a partir de ahí, fijar la pena que podría imponérsele y la manera de compurgarla conforme a la legislación mexicana.

En el mencionado documento –del que se tiene copia–, el presidente Calderón señaló que en caso de quedar firme la sentencia se podrá explorar la aplicabilidad de la Convención de Estrasburgo, que permite el traslado de un sentenciado a su país de origen para cumplir en éste su sentencia.

Sin embargo, legisladores consultados señalaron que en el gobierno mexicano hubo una gran presión hacia la cancillería para que no se continuara la ruta diplomática, a pesar de que Calderón admitió integrar una comisión bilateral que analizara el tema, porque aceptar la extradición de Cassez a Francia habría exhibido el montaje del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

En la misiva, que alude a una que Sarkozy envió el 25 de noviembre de 2008, Calderón le responde: Sin menoscabo de la independencia del Poder Judicial, puedo decirle que estoy convencido de que las instancias competentes resolverán el caso con estricto apego al debido proceso legal y pleno respeto a los derechos humanos de la señora Cassez.

También le señala que cuando la defensa de Cassez agotara los recursos que la ley mexicana concede, se podría acoger a la Convención de Estrasburgo, siempre y cuando la señora Cassez Crepin así lo solicite expresamente.

Un mes después, en la visita de Sarkozy a México, Calderón aceptó la integración de una comisión bilateral, donde la parte mexicana concluyó que no había ninguna garantía de que Cassez purgara sentencia una vez repatriada.

En el camino de las negociaciones, señalaron legisladores, el diálogo se envenenó, porque la cancillería fue acorralada para proteger a García Luna, quien como director de la desaparecida Agencia Federal de Investigaciones (AFI) ordenó montar para Televisa la captura en vivo de la banda Los Zodiaco, el 9 de diciembre de 2005, cuando los secuestradores habían sido detenidos un día antes. No obstante, indicaron que las torpezas políticas se cometieron en ambos lados, y que en la postura de Sarkozy también hay excesos.

Los legisladores consultados señalaron que Francia acudió a la vía diplomática para lograr la extradición de Cassez, y desde el inicio de su intervención no apeló al debido proceso al que debió sujetarse el juicio contra la ciudadana francesa. No lo invocaron a tiempo, y no lo hicieron porque de haber creído que Cassez no era culpable no habrían esperado hasta que, como se los recomendó Calderón, se agotaran las apelaciones, dijeron.

Durante las conversaciones entre ambos países, señalaron, Francia ofreció retirar sus reservas al caso, entre éstas cambiar la naturaleza de la pena, con lo cual garantizaba que al llegar a territorio galo Cassez no sería liberada. Sin embargo, la posición de García Luna en el gabinete se ha puesto por encima de la relación bilateral.