Mejor condones que biberones. Esa fue la frase que ayer movilizó a cientos de jóvenes universitarios a las islas de Ciudad Universitaria.

La idea para concentrar ayer en este espacio a los estudiantes fue difundir los derechos sexuales y reproductivos, así como generar conciencia sobre la salud sexual y reproductiva.

La Dirección General de Atención a la Comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (DDESER) y Radio Ciudadana, frecuencia del Instituto Mexicano de la Radio, organizaron ayer una feria de la sexualidad, donde se proporcionó información científica sobre el tema a alumnos y visitantes.

La variedad de condones con colores, texturas, sabores y olores fue uno de los atractivos para los visitantes, quienes pudieron adquirir estos productos para la salud sexual por cuotas simbólicas de 5 a 10 pesos.

Otros objetos que despertaron gran curiosidad fueron los juguetes sexuales, los lubricantes y algunas herramientas para el ejercicio de la sexualidad.

Ante el aumento de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual entre la juventud mexicana, activistas de organizaciones de defensa de los derechos reproductivos informaron a los visitantes de los riesgos de no ejercer una sexualidad responsable y protegida.

Muchos no daban crédito al enterarse que cada año 400 mil adolescentes mexicanas quedan embarazadas o que el cáncer cérvico uterino representa uno de los graves problemas de salud pública en el país, pues 12 mexicanas mueren cada día víctimas de esa enfermedad.

No podía creer la cifra tan alta de chavitas que se embarazan tan chicas. Creo que las autoridades deben ponerse las pilas para evitar que los jóvenes tengamos que enfrentar situaciones tan complicadas como un hijo no deseado, expresó Rodrigo Mijares, de la Facultad de Odontología.

En alguna de las carpas de la feria se advirtió que en México seis de cada diez mujeres de 15 a 19 años no usaron ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual.

Silvia Solís, de DDESER, indicó que un fenómeno preocupante es que si bien los jóvenes conocen y tienen la información sobre cómo ejercer su sexualidad de manera responsable, la mayoría no la aplica.

Por ello, convocó a las autoridades, sobre todo a las federales, a emprender campañas y a dar formación en sexualidad desde la educación básica.

La activista denunció que en las dependencias federales, particularmente del sector Salud, se “discrimina a los jóvenes, pues inclusive cuando piden información sobre métodos anticonceptivos o cómo pueden interrumpir legalmente un embarazo –permitido por ley en el Distrito Federal– los cuestionan sobre si ya tienen el permiso de sus padres”.

Las dudas más recurrentes ayer durante la feria tenían que ver con el uso y colocación del condón femenino, la pastilla del día siguiente (anticonceptivo de emergencia) y el uso de productos alternativos para fantasear durante las relaciones sexuales.

“Francamente es muy curioso ver esas cosas (dildos), se ven divertidas, pero siendo honesta aún no me aventuro a usarlos. Pero sé que un día me quitaré el miedo y lo haré”, afirmó Eugenia, de 19 años, estudiante de segundo semestre de Química.