El apoyo de UNAM, ONU, ALDF y varios artistas, indispensable para concretarlo
La conclusión del proyecto, encabezado por la Federación de Universitarias, tardó 15 años
Viernes 4 de febrero de 2011, p. 40
La administración de Felipe Calderón cerró las puertas al Museo de la Mujer.
Pese a que existía la promesa que en el año del bicentenario (2010) los recintos históricos serían recuperados, funcionarios federales negaron que el proyecto se instalara en la que fue casa de Leona Vicario, en el Centro Histórico de la ciudad de México.
La historiadora Patricia Galeana, principal impulsora del museo, informó que los responsables de esa negativa son la anterior y el actual titulares de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota y Alonso Lujambio, y la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio.
La respuesta fue que no tenían a dónde cambiar las oficinas (de la Coordinación Nacional de Literatura del INBA, que se ubican en ese inmueble). Que sólo se concedería si nosotras les dábamos un sitio al cual trasladarlas; sólo tenemos nuestros salarios, ¿de dónde les vamos a dar un edificio para oficinas?
En conferencia, en la que se anunció la próxima apertura del recinto, Galeana explicó que el proyecto –que encabeza la Federación Mexicana de Universitarias– tardó 15 años en concretarse porque nadie nos hacía caso
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Tras la negativa del gobierno calderonista, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, acogió la idea y ofreció un espacio universitario del Centro Histórico –el edificio de la antigua imprenta de la institución–, donde el próximo 8 de marzo se inaugurará el Museo de la Mujer, el segundo en su tipo de América Latina.
En principio queríamos que se ubicara en la casa de Leona Vicario por el simbolismo que representa (ahí vivió desde la consumación de la Independencia hasta su muerte en agosto de 1842). Esperamos hasta el bicentenario con la esperanza de que, como se había anunciado, en 2010 se recuperarían los sitios históricos. Sin embargo, a mediados del año pasado, cuando nos dimos cuenta que no se concretaría, pedimos al rector que acogiera el proyecto.
Galeana se dijo satisfecha con la sede que ahora ocupa el Museo de la Mujer: una casona del siglo XIX ubicada en Bolivia 17, Centro Histórico. Es un sitio pequeño, pero con la tecnología utilizaremos mejor los espacios para que el público asista
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Para su materialización, este proyecto contó con el apoyo de la UNAM, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la Organización de las Naciones Unidas, así como del colectivo Conarte y artistas como Martha Chapa, Francisco Toledo, Federico Silva, José Luis Cuevas y Sebastián, entre otros.
Su propósito es hacer una revisión de la historia de México con enfoque de género, desde la época prehispánica hasta el actual siglo, para hacer visible el quehacer histórico del sexo femenino y su contribución en la construcción del país. Con esto se pretende que la historia de las mujeres en México deje de ser una historia olvidada
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Se trata de aportar a la transformación de la mentalidad y así navegar hacia el respeto de garantías fundamentales de las personas, en particular de las mujeres.
“Pasar de la tolerancia al respeto. Hoy en día la cultura de los derechos humanos en México y el mundo es terrible; algunos dicen: ‘te aguanto porque no me queda otra’. Pero eso no es respeto, el señalar que cualquiera tiene tanto derecho como yo de hacer lo que considere. Ese es un cambio cultural. Nosotras, como universitarias, tenemos más responsabilidad que el resto de la sociedad porque tuvimos acceso a la educación superior. Hay que regresar al pueblo de México lo que nos ha dado la universidad gratuitamente.”
Consideró que la ubicación de este museo permitirá emprender un trabajo social en la zona, porque ahí hay mucha violencia, creemos que podemos servir. Las universitarias debemos cumplir con esas obligaciones sociales
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De acuerdo con la catedrática, el retraso que tuvo México para reconocer la ciudadanía de las mujeres ha tenido un impacto negativo en el desarrollo del país.
Dos de los focos rojos más dramáticos
que dan muestra de ello son, dijo, la violencia que enfrentan en toda la nación y la penalización del aborto en 17 entidades del país, que representa gran rezago
que atenta contra la laicidad marcada en la Constitución.