De la reciente terna enviada al Senado por el presidente Felipe Calderón (integrada por los magistrados de carrera Jorge Higuera Corona, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alberto Pérez Dayán) para ocupar la vacante de ministro en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el favorito entre funcionarios del máximo tribunal del país y abogados consultados es Pardo Rebolledo, contemporáneo de Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho.

De acuerdo con ministros, secretarios de estudio y cuenta de la Corte y litigantes de connotados despachos que fueron consultados ayer por La Jornada, de la nueva terna, el veracruzano es el que cuenta con el apoyo de toda la bancada panista en el Senado, y es el predilecto de Calderón.

Pardo Rebolledo es un veterano dentro del Poder Judicial Federal (PJF), que en 1996 absolvió a Othón Cortés, acusado de ser el segundo tirador en el asesinato del priísta Luis Donaldo Colosio.

En 2008 integró la comisión de la Corte que investigó los disturbios de San Salvador Atenco y presentó un proyecto que involucraba al gobernador Enrique Peña Nieto y al procurador Eduardo Medina Mora en la violación de garantías de cientos de pobladores de esa localidad, mismo que fue rechazado.

Con un perfil penal-civil, actualmente integra el cuarto tribunal colegiado en materia civil, con sede en Toluca, estado de México.

Higuera Corona y Pérez Dayán, al igual que Pardo, tienen más de 20 años dentro del PJF, con la diferencia de que ellos no han estado al frente de ningún órgano jurisdiccional en materia penal.

El nombramiento del nuevo ministro de la Corte, que podría ser completado este mes si el Senado escoge de la terna, llegaría a romper por lo menos 23 empates en temas polémicos pendientes de sentencia en la primera sala de la SCJN, encargada de asuntos penales.

Pérez Dayán tiene 25 años de carrera judicial. En 2002 fue el único integrante de su tribunal colegiado en votar contra la sentencia a Andrés Manuel López Obrador en el caso El Encino, que lo llevó al desafuero.

Finalmente, Higuera Corona es, de los tres aspirantes, el de más bajo perfil. Tiene 30 años de carrera judicial y está adscrito a un tribunal colegiado de Puebla.

Esta es la segunda terna que envía el presidente Calderón para suplir la vacante que dejó el ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, quien falleció en septiembre pasado.