Quito, 3 de febrero. La captura de tres dirigentes indígenas de Ecuador, en una investigación por asesinato, creó nuevas tensiones entre el gobierno y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).

La Conaie convocó a movilizaciones luego de que José Acacho, Pedro Machián y Fidel Kaniras, líderes de la etnia shuar, fueran detenidos este martes en la provincia amazónica de Morona Santiago (zona este).

Hermanos, principalmente de la nación shuar, levántense en rebeldía a reclamar los derechos que nos asisten a los pueblos originarios, exhortó el presidente de la Conaie, Marlon Santi, al acusar al gobierno de llevar a cabo una persecución contra las etnias.

Los dirigentes fueron arrestados como parte de una investigación por la muerte del profesor Shuar Bosco Wisuma durante protestas indígenas en Morona Santiago, el 30 de septiembre de 2009, contra proyectos de ley del gobierno para regular el manejo del agua y la minería.

El presidente socialista Rafael Correa negó que su gobierno persiga a los indígenas y los desafió a movilizarse.

Resulta que no hay que sancionar a nadie. Primero, persecución política, y a la brava (dicen que) los sueltan o nos vamos a levantamiento (rebelión). ¡Váyanse a levantamiento!, expresó el mandatario. Esto está en manos de la justicia, así que señor Santi puede hacer las amenazas que quiera, añadió.

Acacho y Kaniras fueron llamados a juicio la semana pasada, el primero bajo cargos de sabotaje y terrorismo, y el segundo como presunto autor material del homicidio.

La investigación por la muerte de Wisuma se inició a pedido del mandatario. Correa sostiene que éste murió a causa de un disparo de perdigón de sus compañeros, y acusó a Acacho de incitar a la violencia durante la manifestación.

Tras el arresto, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confenaie) anunció que pedirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos medidas cautelares para todas las etnias, aduciendo que Correa criminaliza la protesta social.

Correa y la Conaie intentaron recomponer sus relaciones a finales de 2009, pero la organización rompió el diálogo y ratificó su oposición al mandatario, a quien acusa además de ejecutar un programa neoliberal solapado.