El principal trabajo de un director de orquesta es hacerse cada vez menos necesario, que los músicos actúen de manera natural, sostiene Rodrigo Ruiz, quien a sus 22 años debutará de manera oficial al frente de una agrupación sinfónica el domingo 6 de febrero, a las 18 horas, en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.

Egresado apenas el pasado verano de la Universidad Lawrence, en Wisconsin, Estados Unidos, el también compositor y pianista bajacaliforniano estará en el podio con la Orquesta Mexicana de las Artes para dirigir el programa Encuentro con Beethoven.

Éste incluye tres obras del compositor alemán: la obertura Leonora III, el concierto para piano Emperador y la Quinta Sinfonía. Como solista, participará el pianista Mauricio Náder.

En una reunión con representantes de los medios de comunicación, Rodrigo Ruiz se describió como gran admirador del fallecido director alemán Herbert von Karajan, en términos de su disciplina y nivel de exigencia, así como en su manera de concebir el hecho musical, no por los desplantes y el trato hacia la orquesta.

Definió que un director es sólo un conducto o un canal para, a través de la orquesta, hacer llegar a alguien el mensaje de un compositor y tocar así las fibras más sensibles del alma.

Entre las motivaciones que lo rigen como músico, según dijo, está la función redentora del arte sonoro: es una expresión que exige lo mejor de nosotros, nos recuerda que nuestro origen no es la violencia, sino la belleza.