Los precios de las 72 frutas y verduras que se incluyen en la canasta básica agroalimentaria subieron en general 2.16 por ciento en un año, pero algunas de ellas se encarecieron entre 30 y 120 por ciento sólo durante este mes, aseguró Cruz Ramón Chavira Campos, dirigente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca).

En entrevista con La Jornada dijo que las alzas recientes en alimentos son mayores a las registradas en enero de otros años, pero acotó que son atribuibles a factores climatológicos extraordinarios que han afectado la producción agrícola.

Desestimó que haya especulación en la venta de alimentos. Señaló que cuando escasea un producto en alguna región, el productor lo venderá más caro por la ley de la oferta y la demanda: son suertes de cada uno, aunque se acuse que uno se va a enriquecer, si yo lo tengo lo doy más caro, así de sencillo. El que tiene el producto es el que pone el precio, sentenció.

Según los reportes de Conacca sobre precios de alimentos frescos, entre diciembre de 2010 y enero de 2011 el limón se encareció 120 por ciento debido a la sequía y a una plaga; la calabacita italiana, 49 por ciento; el plátano en sus variedades Chiapas y Tabasco se elevó 32 por ciento; la zanahoria, 18 por ciento, y la piña aumentó hasta 28 por ciento.

El dirigente de los comerciantes al mayoreo reconoció que el país puede resultar afectado si la situación alimentaria se agrava en el mundo, debido a la dependencia que mantiene de las importaciones de granos. Por ello llamó a estar preparados, como advierten organismos financieros internacionales y de la ONU.

Mientras no se ayude al campo como se debe, vamos a seguir dependiendo mucho de las importaciones, aseveró. Calculó que la producción nacional sólo alcanza para cubrir las necesidades alimentarias de la mitad de la población, por lo que propuso crear un organismo regulador de la cadena alimentaria, que se enfoque a satisfacer las necesidades del mercado interno.

No obstante, el dirigente empresarial dijo compartir el optimismo de las autoridades de que los precios bajarán y se estabilizarán durante el año, porque las alzas se deben a factores estacionales. Incluso rechazó que el aumento mensual en las gasolinas y el diesel impacten en los precios de los alimentos, pues dijo que los transportistas no han elevado las tarifas de los fletes.

Al mismo tiempo reconoció que sería muy arriesgado ser demasiado optimistas porque puede haber inundaciones u otros desastres naturales que afecten la producción de alimentos. Criticó que pese a que estas contingencias se presentan cada año, no existe una cultura de prevención para el campo.

El cálculo de la Conacca sobre los aumentos de precios en alimentos para 2011 se ubica entre 2 y 3 por ciento, con algunos picos temporales en ciertos alimentos. Yo siento que no va a haber aumentos este año, van a repuntar poquito y los que subieron, como el limón, ya van para abajo, remarcó Chavira Campos.

Agricultura programada

El dirigente de Conacca, que aglutina a 64 centrales de abasto del país, propuso que el gobierno federal desarrolle un organismo regulador para toda la cadena alimentaria (desde productores hasta transportistas, centrales de abasto, supermercados, restaurantes y recauderías) para contar con una agricultura programada como la tienen los gringos y erradicar la sobreproducción o escasez de algunos productos, así como distorsiones en la cadena alimentaria, como que el costo por sembrar y cosechar alimentos sea superior al precio al que se comercializan.

Por ejemplo, dijo, actualmente se deja tirada en el campo la cosecha de chile jalapeño porque se comercializa a un peso el kilo cuanto el costo por producirlo y cosecharlo es de 2.50 pesos, así que consideró que con un organismo regulador se evitaría que se siembren hectáreas de más de un producto y se cambien por otros que hagan falta, tanto para satisfacer el mercado interno como para exportar los excedentes.