Miércoles 26 de enero de 2011, p. 41
A 18 metros de profundidad las bestias amarillas se encuentran de frente sin verse: una afuera y otra en el túnel. Luchan en trincheras contrarias, pero la meta es la misma.
De manera simultánea levantan su brazo articulado, que extendido supera los 10 metros de altura, tirando el primer golpe que impacta en el muro. En el túnel, apenas iluminado con reflectores, se cimbra la tierra.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, acompañado por alrededor de 150 personas, sigue por medio del témpano de pantalla de 3 por 2 metros las maniobras de la bestia que se encuentra en el exterior,
Despúes de un intercambio de golpes de las máquinas, aparecen dos grandes hoyos, por los que se cuela la luz del sol, opacada por una nube de polvo.
En la pantalla aparece la cara del mandatario capitalino. Sonriente, intercambia algunas frases con Enrique Horcasitas, encargado del Proyecto Metro. Mientras, trabajadores de la obra y funcionarios levantan la mano en señal de triunfo.