Agentes de la PGJDF constatan en un operativo las condiciones en que los mantenían
Estaban presuntamente privados de su libertad
Para rehabilitarlos eran agredidos verbal y físicamente y sometidos a largas jornadas de oración
La acción, por una queja de la CDHDF
Miércoles 26 de enero de 2011, p. 40
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) rescató a 75 adictos, dos ellos mujeres, presuntamente privados de su libertad en el centro de rehabilitación para alcohólicos con razón social Aprendiendo a Vivir, ubicado en el centro de Cuajimalpa.
Agentes de la policía de investigación de la PGJDF realizaron ayer por la mañana un operativo en el inmueble, localizado en el número 51 de la calle José María Castorena, donde se acreditó que las víctimas se encontraban hacinadas en un cuarto de cinco por cinco metros y condiciones insalubres; además de que, según los dichos de los mismos internos, eran sometidos a largas jornadas de oración, agresiones físicas y verbales, y algunos presentaban afecciones en la piel.
En el lugar fueron detenidas seis personas, entre ellos el presidente y el tesorero del centro, Luis Genaro García Álvarez y Juan Carlos Hernández Luna, respectivamente, quienes –según las primeras investigaciones de la PGJDF– cobraban a los familiares de los adictos 450 pesos mensuales por la estancia, además de que cada semana debían entregar una despensa.
El fiscal de la procuraduría en la delegación Cuajimalpa, José Gil García, explicó que el operativo se efectuó por una queja de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal sobre los malos tratos que recibían las personas que se encontraban en el centro, la mayoría llevados por sus familiares.
Los internos, entre los que se encontraban tres menores de edad, presentaban desnutrición, lesiones por golpes, además de que sufrían dermatitis, así como problemas pulmonares. Hasta el momento, las autoridades no han podido acreditar que estas personas fueran explotadas laboralmente.
Lo que sí se constató fue que los 73 varones dormían en una sola habitación, amontonados
en el suelo y sólo se les proporcionaba una cobija, además de que, denunciaron los afectados, sólo les daban de comer puros desechos
que traían de la Central de Abasto.
Muchas de las víctimas dijeron que se encontraban en el lugar contra su voluntad, y aunque reconocieron que sus familiares los llevaron allí, indicaron que ellos nos saben como nos tratan
. Varios de los afectados coincidieron en que los obligaban a hacer la limpieza del lugar, les daban terapias desde las cero horas hasta las seis de la mañana, y sólo los dejaban dormir cuatro horas.
Quienes se portaban mal
, aseguraron, eran castigados ya sea a golpes, los bañaban con agua fría o los metían a la cisterna. Según el testimonio de los afectados, en el lugar había alrededor de 30 padrinos.
Las víctimas fueron trasladadas a un centro comunitario de la delegación, ubicado a tres cuadras del centro, donde se les dará atención médica y una vez que se garantice que están en buen estado de salud, tomarles su declaración ministerial.
Los detenidos son investigados por los delitos de privación ilegal de la libertad y lesiones, además de que se investiga la existencia de otros, controlados por estas mismas personas, en otros puntos de la ciudad, específicamente en la delegación Álvaro Obregón.