Puebla, 23 de enero. En su regreso al estadio Cuauhtémoc, ahora al mando de Estudiantes, José Luis Sánchez Solá perdió 0-2 ante Puebla, que por su parte consiguió su primer triunfo del torneo Clausura 2011.

El Chelís, suspendido, tuvo que ver el partido desde un palco del inmueble y observó con impotencia como su equipo se salvó de un marcador más abultado gracias a errores del silbante Jorge Gasso y a los aciertos de su portero Christian Martínez.

En su llegada al estadio, el timonel fue recibido con abucheos, mentadas y gritos de traidor por algunos fanáticos.

Con su primera victoria, los Camoteros sumaron cuatro unidades, en el grupo tres, mientras el conjunto de la UAG sufrió su segunda derrota en tres jornadas y se quedó con tres puntos, en el primer sector.

El cuadro de la franja, que jugó otra vez con un uniforme en el que tapó a su principal patrocinador, dominó los primeros minutos gracias a un Gabriel Pereyra que se mostró desequilibrante por la banda izquierda y tuvo su mejor oportunidad al 12, cuando se disponía a fusilar a Martínez, pero Rafael Medina le quitó el balón en oportuna barrida.

Sin embargo, la acción más clara de gol fue de Estudiantes, en jugada de tiro de esquina que el zaguero Gustavo Cabral culminó con cabezazo al travesaño de un estático Alexandro Álvarez.

Ambos equipos buscaron la portería rival, pero sin crear mayores acciones de peligro hasta el 40 de acción, cuando el uruguayo Alejandro Acosta alcanzó a puntear el balón dentro del área chica, pero lo hizo sin fuerza y Ramón Morales detuvo sobre la línea de gol.

Puebla se volvió a acercar con otro testarazo, ahora del ecuatoriano Félix Borja, cuyo tiro fue picado y en el rebote pasó cerca del travesaño.

El segundo tiempo se inició con un pase filtrado a Mauro Cejas, pero el Mostro Álvarez salió a velocidad y le quitó el balón de los pies. Después el que realizó una jugada similar fue Martínez, quien en una valiente salida despojó del esférico a Borja.

Sin embargo, Christian Martínez nada pudo hacer al 56, cuando los Camoteros recuperaron el balón en la salida y Gerardo Lugo dentro del área evadió la floja marcación del argentino Cabral y anotó con tiro potente a la derecha.

El silbante empezó a influir en el partido cuando marcó una obstrucción de Juan Carlos Leaño, pero no le mostró la segunda tarjeta amarilla que habría significado la expulsión del Cheto. En cambio amonestó a Felipe Ayala por reclamar la falta de tarjeta al capitán de Estudiantes.

Puebla volvió a acercarse con remates de Pereyra y Acosta, pero los de la UAG perdieron el empate al 67, en flojo cabezazo de José Partida a las manos del Mostro.

Gasso favoreció otra vez a Estudiantes al 80, cuando Diego Jiménez realizó una barrida tras centro de Lugo, pero desvió el balón con la mano.

Martínez volvió a salvar a su escuadra en dos ocasiones: primero, al alejar el esférico con una mano ante el cabezazo de Lugo, y después en gran lance al detener testarazo de Acosta.

A un minuto del final los pupilos de José Luis Trejo definieron el marcador tras un largo balonazo que Christian Martínez dudo en salir y el Cheto Leaño no pudo cortar, mientras un atento Borja se les adelantó y anotó su segundo gol en el futbol mexicano con un cabezazo. El ecuatoriano festejó con una máscara roja y fue amonestado por el silbante.

Al final, el Chelís trató de eludir la polémica. Ante la interrogante sobre si la derrota le dolió más por tratarse de su ex equipo, respondió: “Es una pregunta muy cretina. Son tres puntos, me debo a Estudiantes.

Lo importante es cómo se siente o a qué le sabe al equipo. A mis jugadores les dolió, se sienten muy mal y están muy tronados entre ellos, su servidor no es importante,

Sobre lo declarado por el directivo Ricardo Henaine, de que no volverá al Puebla mientras él sea presidente, señaló que tiene razón porque los Camoteros tienen técnico.

Por su parte, Trejo destacó que el rival es muy complicado y nos dificultó mucho, pero creo que es justa la victoria. Vamos por buen camino, no estoy satisfecho al ciento por ciento porque creo que este equipo tiene que dar más conforme vaya asentándose, así que todavía espero un estirón.