Isla Palawan, Filipinas
Palma aceitera y minería amenazan
a la población y la biodiversidad
Indígenas y comunidades rurales filipinas enfrentan la destrucción de su sustento. El bosque de la isla de Palawan, así como zonas dedicadas a la producción de alimentos está siendo todo destruido por la expansión de plantaciones de palma y proyectos mineros de níquel.
Palawan está en la red de Reservas de Biosfera de la UNESCO. Cuarenta y nueve especies animales y cincuenta y seis de plantas están en la lista de amenazadas a nivel global.
Desde que en 2004 se inició el proceso político nacional de Revitalización de la Minería en Filipinas (Decreto ejecutivo número 270-A), durante el gobierno de Gloria Arroyo, se han otorgado a las compañías mineras concesiones en los últimos puntos álgidos de biodiversidad, llamados así porque incluyen las zonas “restringidas” y “núcleos” de máxima protección necesaria, y que antes estaban protegidas por ley. Los llamamientos de la sociedad civil al nuevo presidente electo “Noynoy” Aquino, para detener la minería en los últimos bosques tropicales filipinos, hasta la fecha son ignorados.
Las tierras indígenas en barbecho, esenciales para la agricultura tradicional de tala y quema, así como áreas de acopio de productos forestales no maderables están siendo convertidas en plantaciones de palma. Esto tiene un impacto significativo en las comunidades indígenas y rurales, que dependen fuertemente de los recursos naturales y de la recolección de materiales vegetales para la alimentación, construcción de viviendas, medicinas y otros propósitos como la cestería. En algunos municipios de Palawan, las plantaciones de palma ya están compitiendo y llevándose por delante áreas cultivadas destinadas al autoconsumo, a la autosuficiencia alimentaria.
Por su parte, las compañías mineras están construyendo carreteras dentro de los bosques altamente biodiversos y de las reservas de agua, causando deforestación, erosión del suelo y corrimientos de tierra, socavando las fuentes del sustento de las comunidades indígenas y de los pequeños campesinos.
La red local de organizaciones indígenas ALDAW (Observatorio de las Tierras Ancestrales), junto con otras ONGs de Palawan, hacen un llamamiento al gobierno filipino para que detenga la expansión de las plantaciones de palma, así como la construcción de carreteras para la minería; que cancele las concesiones mineras que amenazan las reservas de agua, bosques y comunidades, y sobre todo que se revoquen el infame Decreto Ejecutivo 270-A, que permitió toda esta actividad industrial en zonas de alto valor ecológico de las que también la población depende para su supervivencia.
Salva La Selva, 23 de diciembre de 2010
En castellano hay reportes detallados sobre la biodiversidad amenazada en Bulanjao y Gantong en la web de Survival.