Viernes 7 de enero de 2011, p. 9
La Procuraduría General de la República (PGR), por medio de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres, inició una investigación penal relacionada con la promoción del comercio sexual en medios impresos y electrónicos de comunicación, por la probable trata de personas que se realiza en anuncios clasificados.
En respuesta a un exhorto de la Cámara de Diputados, la PGR informó que se acordó incluir en los anuncios una leyenda en la cual se advierta de los delitos en que pueden incurrir quienes contraten servicios sexuales.
Refirió que en reuniones con representantes de la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos se acordó buscar los mecanismos de control para la publicación de estos tipos de anuncios
, en los que se promueven servicios sexuales.
La Cámara de Diputados solicitó a las secretarías de Gobernación y de Comunicaciones y Transportes buscar mecanismos que, sin vulnerar la libertad de expresión, permitieran examinar los contenidos de anuncios en medios de comunicación impresos, electrónicos y cibernéticos que promuevan servicios sexuales y de otro tipo, que pudieran ser vehículo para contactar posibles víctimas para la comisión del delito de trata de personas y demás delitos relacionados
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En respuesta, la titular de Políticas Públicas y Coordinación Interinstitucional de la PGR, Érika Santoyo Morales, informó que se inició una investigación penal y que el tema se trató en la reunión 240 de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de Gobernación.
Ahí, refirió, se expusieron cuáles han sido los medios de contacto o enganche utilizados por los delincuentes, a través de anuncios y clasificados que aparecen en periódicos y revistas, donde se ofrecen, entre otros, oportunidades de trabajo con ganancias engañosas, acompañamientos y masajes, mismos que han sido detectados gracias a las investigaciones ministeriales conducentes
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En el oficio enviado a la Cámara se refirió que se solicitó a la comisión calificadora su apoyo para identificar plenamente a los contratantes de esos espacios publicitarios. Además, explicó, se pidió publicar alertas o leyendas que adviertan a los lectores de los posibles delitos de los que podrían ser víctimas
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