El sol azteca se propone que no se repita la debacle de Zacatecas, marcada por fracturas
Martes 4 de enero de 2011, p. 7
De los procesos electorales previstos para 2011, los de Guerrero, Baja California Sur y Michoacán revisten una importancia vital para el Partido de la Revolución Democrática (PRD), pues se trata de lugares donde ha gobernado hasta por dos sexenios consecutivos, pero ahora corre el riesgo de perder y con ello, repetir lo ocurrido en Zacatecas, debido a fracturas internas y desgaste de gobierno.
Valor político de La Parota
La primera elección será el 30 de enero en Guerrero, donde únicamente se renovará la gubernatura. Con una fuerte presencia en el estado, el perredismo asegura que ratificará su triunfo, pese a que la contienda se ha cerrado entre su candidato, el ex priísta Ángel Heladio Aguirre, y el abanderado de la coalición PRI-PVEM, Manuel Añorve.
Detrás de este último, los perredistas acusan que se encuentra el mandatario Zeferino Torreblanca, quien tras varios desencuentros con el PRD, partido que lo llevó al gobierno, ha operado en favor del priísta.
Pero, a pesar de los recursos públicos que estaría canalizando el mandatario al ex alcalde Acapulco, consideran que la única oportunidad que tiene Añorve de ganar los comicios es que su candidato no tenga una definición clara sobre la construcción de la presa de La Parota, pues ello generaría que muchos militantes no se sumen a su campaña, como en la actualidad ocurre.
Cuadros inconformes
La segunda elección será el 6 de febrero en Baja California Sur. Allí se renovará la gubernatura, las 21 diputaciones locales y las cinco presidencias municipales. Luego de 12 años en el gobierno, el partido del sol azteca llega a los comicios con el desgaste natural de gobierno y la salida de importantes cuadros inconformes con la selección de candidatos.
Entre ellos se encuentra el ex gobernador Leonel Cota Montaño, quien buscaba ser el abanderado a la alcaldía de Los Cabos, y el diputado Marcos Covarrubias Villaseñor, quien aunque ya había sido designado abanderado del PRD a la gubernatura, decidió salir de las filas de ese instituto por considerar que en la elección de los aspirantes a las presidencias municipales se privilegiaron intereses de las corrientes partidistas, sobre el de la ciudadanía.
A más de dos meses de su dimisión, en el PRD existe la convicción de que Covarrubias pactó con antelación que sería el candidato del PAN al gobierno estatal, y que sólo buscaba cualquier pretexto para dimitir.
En ese contexto, la dirigencia perredista considera que la elección del 30 de enero será complicada, pero a pesar de ello, se alzará con el triunfo en la gubernatura y en la mayoría de las alcaldías y que mantendrá el control del Congreso.
Dicho panorama se explica porque en el partido nunca se regateó a Covarrubias el hecho de que aparecía como el aspirante más aventajado en las encuestas electorales y por eso no hubo fractura cuando decidió irse al blanquiazul, explicó el diputado federal Agustín Guerrero, quien también resaltó que Leonel Cota prácticamente se fue solo al Partido Nueva Alianza (Panal), donde fue designado candidato a la presidencia municipal de Los Cabos.
Pero contra el optimismo el PRD, Acción Nacional destaca que se encuentra en condiciones de altísima competitividad, y que nunca como ahora han estado a las puertas de la victoria en aquella entidad.
Además de pelear para ganar las plazas en las que históricamente ha tenido presencia y ha hecho gobierno, como en los municipios de Loreto, La Paz y Comondú, estima que está en posibilidades de ganar la gubernatura con el ex perredista Marcos Covarrubias.
En reciente visita al estado, el dirigente del PAN, Gustavo Madero, aseguró que su candidato se encuentra arriba en las preferencia electorales, por encima del perredista Luis Armando Díaz y del priísta Ricardo Barroso, en una proporción de dos a uno.
Contienda contra Calderón
La última elección del año será el 13 de noviembre en Michoacán, donde los resultados constituyen una incógnita para el PRD, pues hasta la fecha no es claro si la ciudadanía atribuirá el grave problema de la inseguridad al gobierno federal o al estatal.
Pero en el perredismo, lo que sí es una certeza es que su candidato a la gubernatura debe tener la capacidad suficiente para unificar las corrientes y estar en posibilidad de enfrentar al calderonismo, pues aquí, afirman los dirigentes del partido del sol azteca, la contienda no será contra el PAN, sino contra el poderoso grupo que encabeza el Presidente de la República, el cual considera que tiene al alcance de la mano el gobierno del estado.
Por lo pronto, tanto en el PRD como en AN, los aspirantes a la gubernatura han empezado a promoverse. En Acción Nacional, la hermana de Felipe Calderón Hinojosa, Luisa María, ya dijo que buscará la candidatura, aun contra un sector del panismo que ve un intento de nepotismo en esa pretensión.
Otros blanquiazules que han sido mencionados para ocupar el gobierno estatal son Marko Cortés, senador; el titular de la Secretaría de la Función Pública, Salvador Vega, y los ex dirigentes del panismo, César Nava y Germán Martínez. Mientras en el PRD también aspiran el ex senador Antonio Soto, y el dirigente magisterial Raúl Morón.