Al cumplirse la mitad de la actual legislatura, la Cámara de Diputados mantiene un alto rezago en su tarea legislativa: de las mil 501 iniciativas que el pleno ha recibido, sólo han sido aprobadas 108, y de ellas 16 corresponden a propuestas del Ejecutivo federal.

La Cámara ha dejado fuera del debate, por falta de acuerdo entre los grupos parlamentarios, iniciativas relevantes como la de reforma a la Ley Federal del Trabajo, la Ley del Sistema de Seguridad Pública del Distrito Federal y también por la misma causa no nombró, a tres consejeros electorales del Instituto Federal Electoral, aunque el plazo venció el 30 de octubre.

Entre los pendientes que tuvo el periodo ordinario, que concluyó el 15 de diciembre, está la reforma a Ley Federal de Extinción de Dominio, enviada el 7 de septiembre por el presidente Felipe Calderón para, entre otras actuaciones, extinguir el dominio sobre bienes de la delincuencia organizada se aplique aún sin averiguación previa.

La acumulación de iniciativas sin discutir en comisiones, que se conoce como congeladora legislativa, es histórica. Por ejemplo, la 60 Legislatura, que concluyó en agosto de 2009 y coincidió con los primeros tres años del actual gobierno federal, dejó sin aprobar mil 868 de las 2 mil 853 iniciativas que se presentaron a la consideración del pleno.

De acuerdo con el estadístico de iniciativas el periodo en que más propuestas se recibieron del Ejecutivo, de la Asamblea Legislativa, de las legislaturas de los estados y del Senado fue el segundo del primer año de ejercicio (febrero-abril de 2010), cuando se registró el ingreso de 517.

El arranque de la 61 Legislatura fue, de acuerdo con el mismo registro, parco en la presentación de proyectos de reforma a la Constitución, a las leyes federales y a creación de nuevas leyes, al recibirse sólo 373. En el primer receso, de diciembre de 2009 a enero pasado, la Comisión Permanente sólo recibió 18 propuestas.

La aprobación de iniciativas en comisiones y en el pleno, además, es inferior a la de puntos de acuerdo, que constituyen en exhortos al gobierno federal y a sus dependencias, para corregir decisiones o asumir otras que el Congreso de la Unión considera urgentes, pero que no tienen carácter vinculante.

Hasta diciembre, la 61 Legislatura de la Cámara de Diputados había recibido 3 mil 869 puntos de acuerdo de sus integrantes, de los cuales se aprobaron mil 743, debido a que la mayoría se avalan únicamente con el voto a mano alzada de los legisladores.

Si bien el gobierno federal está obligado, a través de la Secretaría de Gobernación, a dar respuesta a los exhortos del Congreso, la Cámara no tiene registrado un solo caso en que la administración federal aceptara en sus términos las demandas del Legislativo.

Por ejemplo, no atendió la solicitud de detener los gasolinazos mensuales y, en un caso que ya es anecdótico para la Cámara, ni siquiera asumió la petición del diputado Juan Pablo Jiménez Concha, de declarar a los chiles en nogada como platillo bicentenario –exhorto aprobado en la sesión del 12 de octubre– y, una vez hecha tal declaración, solicitar el registro del platillo ante la Organización Mundial de la Propiedad Industrial, en Ginebra, Suiza.