La monumental rosca de reyes fue insuficiente para las miles de personas que esperaron más de 2 horas para alcanzar un pedazo y disfrutarlo con un cuarto de litro de leche. A diferencia del año pasado no hubo itacate, pues en 30 minutos el pan elaborado por dos mil panaderos, quienes invirtieron 14 mil 500 horas-hombre, desapareció de las mesas colocadas alrededor de la plancha del Zócalo.

Familias enteras provenientes de Texcoco, Neza y San Vicente Chicoloapan gastaron hasta 24 pesos por persona en pasajes y 90 minutos para trasladarse, a fin de estar en primera fila, alcanzar un buen pedazo y participar en una tradición muy mexicana. Cada año venimos, señaló Teresa Gómez, quien era acompañada de otros siete familiares.

Para Alicia Gómez, de la colonia El Sol, en Neza, estar en la partida de la rosca nos hace sentir más mexicanos, y aprovechamos este momento para estar con la familia y disfrutar de la pista de patinaje, la guerra de nieve y hacer muñecos. Y, aun cuando nos venimos desde las siete de la mañana, no nos pesa, porque estamos juntos.

Obtener un pedazo de la rosca de 720 metros, que pesó nueve mil 375 kilos, fue “grandioso. Es la primera vez que vengo con mis tres hijos y mi esposa. Y lo estamos disfrutando. Nos tocó un cachote y leche, con lo que ya hicimos el desayuno y ahora a disfrutar de las diversiones que puso el gobierno de la ciudad, porque allá, en San Vicente, no tenemos esto”, comentó Felipe de Jesús Tinajero Hernández.

Mientras un grupo de visitantes extranjeros aprovechó su paso por la Plaza de la Constitución para disfrutar de este pan, que fue elaborado con la colaboración de 300 integrantes de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa). Decenas de personas tardaron 12 horas en lavar, montar mesas y dejar todo listo para que a las 10 horas, la secretaria de Desarrollo Económico, Laura Velázquez, partiera el primer pedazo.

La funcionaria eligió su trozo con tan buena suerte que sacó muñeco. No sé sí habrá tamales, pero con este acto efectuado por cuarto año consecutivo con la Canainpa se busca aumentar la confianza que hemos logrado año con año entre la ciudadanía, dar certeza jurídica a nuestros empresarios y demostrar que se puede hacer un gobierno honesto y transparente, como lo hemos hecho a lo largo de cuatro años, afirmó, mientras un mar de gente la rodeaba en busca de un pedazo de rosca.

En menos de 30 minutos el pan desapareció de las mesas y dejó a cientos de personas que llegaron cerca de las 11 horas sin probarla. Que mala suerte, ni siquiera alcanzamos las moronitas, porque hasta ésas se las comieron, dijeron algunos de los rezagados.