Islamabad, 1º de enero. Al menos 15 rebeldes islámicos murieron hoy durante tres ataques de aviones teledirigidos estadunidenses, conocidos como drones, en el noroeste de Pakistán.

El primer ataque, en la madrugada, tuvo lugar en Mandi Jel, 25 kilómetros al norte de Miranshah, capital de Waziristán Norte, con saldo de siete muertos.

La ciudad de Mandi Jel y sus alrededores son considerados por las autoridades paquistaníes como un bastión de la red islámica Haqqani, cercana a Al Qaeda.

Los rebeldes, que se habían reunido para retirar a los heridos y los cadáveres de sus compañeros, fueron sorprendidos por un segundo ataque de un avión no tripulado estadunidense.

Cuatro militantes murieron en este segundo ataque, declaró un oficial de seguridad de Miranshah, que pidió el anonimato.

Un tercer ataque contra un vehículo que circulaba en Datta Jel, al oeste de Miranshah, quitó a la vida a otros cuatro insurgentes.

“Un drone estadunidense lanzó dos misiles contra el vehículo de un rebelde. Cuatro rebeldes murieron”, informaron fuentes locales en Miranshah.

Lanzada en 2004, la campaña de disparos de aviones teleguiados por Estados Unidos en el noroeste de Pakistán se intensificó desde el verano de 2008.

En los últimos meses se han vuelto muy frecuentes, casi diarios en ciertos periodos. En 2010, un centenar de estos disparos dieron muerte a 420 personas.

Las autoridades estadunidenses no informan sobre los ataques con drones en la frontera entre Afganistán y Pakistán, bastión de los grupos islámicos.

No obstante, Washington dirige sus operaciones contra líderes de Al Qaeda y responsables talibanes con este tipo de bombardeos bajo la responsabilidad de la Agencia Central de Inteligencia.

Pakistán se ha opuesto a estos ataques al afirmar que son una violación de su territorio que mina sus esfuerzos por hacer frente a los grupos que operan en la conflictiva región fronteriza.