Tabriz, 1º de enero. El hijo de Sakineh Mohammadi-Ashtiani, la mujer iraní condenada a morir lapidada por haber sido acusada de participar en el homicidio de su marido y culpable de cometer adulterios, pidió que su madre no sea ejecutada, en un encuentro con la prensa hoy en Tabriz (noroeste).

La sentencia contra mi madre es la lapidación pero ésta no debería llevarse a cabo. Pido que la sentencia de muerte sea conmutada. Ese es mi pedido, señaló Sajjad Ghaderzadeh.

Considero a mi madre e Issa Taheri como los asesinos de mi padre y los dos son culpables. Creí que sería liberada si había una polémica en torno a su caso, pero eso no sucedió, declaró.

No creo que mi madre no sea culpable, agregó Ghaderzadeh.

El encuentro entre Ghaderzadeh y la prensa internacional, organizado por la justicia local, tuvo lugar en una residencia en Tabriz de la propia justicia iraní.

Sakineh Mohammadi-Ashtiani y su hijo Sajjad Ghaderzadeh, ayer durante una reunión en Tabriz, a 633 kilómetros de TeheránFoto Reuters

Mohammadi-Ashtiani, encarcelada en Tabriz, fue condenada a muerte por dos tribunales diferentes en 2006, por su implicación en el asesinato de su marido.

Su condena por asesinato fue reducida en apelación en 2007 a 10 años de cárcel, pero su sentencia a morir lapidada por adulterio fue confirmada el mismo año por otra corte de apelación. La justicia suspendió en julio la pena de lapidación, mientras espera un nuevo examen del caso.

Mohammadi-Ashtiani fue encontrada culpable de asesinar a su marido con ayuda de su amante.

Su hijo Sajjad Ghaderzadeh fue detenido el 10 de octubre, junto con el abogado de su madre, Hutan Kian, cuando planeaban reunirse con dos periodistas alemanes que los iban a entrevistar. Ghaderzadeh precisó que había sido puesto en libertad mediante depósito de una fianza el 12 de diciembre.