El estudio de sus historiales clínicos revelaron las causas de sus decesos: especialista
Señala que el compositor alemán sufrió bipolaridad y falleció de inanición
El pianista polaco no padeció tuberculosis, como cuenta la historia, sino fibrosis quística: Adolfo Martínez Palomo
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 2
Contraria a la versión históricamente aceptada, la causa de la muerte de Frédéric Chopin no fue la tuberculosis, y la extraña enfermedad mental (calificada así hace dos siglos) que llevó a la tumba a Robert Schumann ya fue definida.
Así lo sostuvo el médico mexicano Adolfo Martínez Palomo, quien dictó una conferencia en el Colegio Nacional (del cual es miembro) en torno a los historiales clínicos de dos de los más grandes compositores y pianistas de todas las épocas, como parte de las conmemoraciones por el bicentenario de sus natalicios.
El especialista, quien cuenta con el doctorado en Ciencias Médicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y es conocido melómano, hizo un recorrido clínico, apoyado en diapositivas y grabaciones de algunas de las obras de los autores, por la biografía de ambos músicos decimonónicos, cuyos extraordinarios talentos y extrañas enfermedades les han conferido un halo legendario.
Chopin: extensa agonía
A propósito de Chopin, de origen polaco, el especialista detalló que la tradición ha aceptado sin titubeos el veredicto sobre su enfermedad: tuberculosis pulmonar, cuya manifestación inicial fue la de infección de los ganglios linfáticos del cuello (a los 16 años)
.
“Según esta versión –explicó– la tuberculosis del músico tuvo una duración de más de 23 años, a pesar de que ninguna de las medidas terapéuticas instituidas pudo haber tenido influencia en la prolongación de la infección”.
Dijo que fuera lo que fuese la afección del músico lo obligó a consultar a más de medio centenar de médicos en sus 39 años de vida, entre alópatas, homeópatas y uno que otro charlatán.
De acuerdo con Martínez Palomo no pudo ser tuberculosis, porque de aceptar esa versión significaría que Chopin la padeció durante casi un cuarto de siglo, lo cual sería extraordinariamente atípico
, pues a principios del siglo pasado se mencionaron series en las que la duración promedio de los casos de ese mal era de dos años y sólo en algunas se prolongó a siete.
Durante esas dos décadas, agregó, el curso de los síntomas no fue el de una enfermedad progresiva, además de que una tuberculosis avanzada difícilmente puede remitir sin tratamiento.
“Por ello –dijo– el enigma médico de Chopin radica en que ahora que se conmemoran 200 años de su nacimiento no sabemos con seguridad cuál fue el padecimiento que marcó su vida y lo sentenció a una muerte prematura”.
El especialista recordó que en 1987 el médico australiano John O’Shea concluyó que el pianista y compositor no enfermó de tuberculosis, sino de fibrosis quística, lo cual podría comprobarse mediante un análisis de ADN. Sin embargo, las autoridades polacas no han autorizado tomar un fragmento del corazón del músico, este músculo se encuentra en ese país.
Este padecimiento (fibrosis quística) llamado anteriormente mucoviscidosis fue reconocido como entidad clínica hace poco más de 50 años. Es el motivo de fallecimiento por trastorno genético más frecuente en Europa. Las manifestaciones clínicas se deben a la producción de secreciones glandulares viscosas en los aparatos digestivo y respiratorio, así como en las glándulas sudoríparas y en otros órganos. La causa de muerte es la insuficiencia respiratoria progresiva
.
Schumann: inanición
Sobre Robert Schumann, que al igual que Chopin nació en 1810, Martínez Palomo sostuvo que la causa de muerte del músico alemán, en julio de 1856, fue la inanición, luego de más de dos años de permanecer internado en un sanatorio siquiátrico.
Mientras que la autopsia no aportó datos significativos sobre los padecimientos del compositor, su historial clínico, en cambio, tiene interés especial, ya que, según expertos musicólogos, las obras de Schumann son una autobiografía o, más bien, un diario secreto
, explicó
El médico mexicano mencionó que el padecimiento del artista –quien era adicto al alcohol, el tabaco y el café, además de manifestar incomprensibles cambios de conducta y carácter– es un caso típico de enfermedad bipolar, diagnóstico al que llegó en 1993 la siquiatra estadunidense Kay Redfield Jamison, una de las grandes expertas en trastornos de la personalidad.
Se trata de una enfermedad que “tiene un componente genético importante. Por lo anterior, Jamison le da importancia a la historia familiar de Schumann: la madre, con frecuentes accesos de depresión; el padre, de sensibilidad ‘exquisita’ tenía periodos de gran creatividad literaria y en ocasiones colapsos nerviosos; la hermana mayor suicida; un primo de su padre también suicida; un hijo de Robert confinado en un hospital siquiátrico durante 31 años y otro hijo suyo se volvió adicto a la morfina”.
En 1906, con motivo del cincuentenario luctuoso del creador, un destacado siquiatra alemán, Paul Moebius, consideró que el compositor padeció de esquizofrenia, que entonces se conocía como demencia precoz, indicó.
La revisión de la historia clínica permite considerar que el compositor sufrió desde muy joven de trastorno bipolar, según Martínez Palomo. Además de ese padecimiento, los dos años y medio de estancia en el hospital siquiátrico de Endenich tienen como explicación más probable las complicaciones neurológicas terminales de una infección sifilítica
.