Convencidos algunos toreros mexicanos de que el medio taurino de su país refleja en buena medida la alarmante situación del mismo –falta de profesionalización, autoridades de utilería, empresas incompetentes y sin rigor de resultados, crítica desinformadora y apatía generalizada–, decidieron abrirse paso en la sólida tradición taurina de Europa, a sabiendas de que allá la manida universalidad del toreo adopta fuertes rasgos de proteccionismo, como corresponde a toda región que no es entreguista.

No obstante este antecedente, más la carencia de apoderados profesionales en México, el ganado generalmente terciado que aquí se lidia y el discreto rodaje de nuestros toreros, 14 de éstos –seis matadores y ocho novilleros–, lograron actuar este año en cosos españoles y franceses, si bien ninguno de los diestros con alternativa fue en condiciones de figura como para exigir alternantes y ganado de primera.

Arturo Macías toreó 10 tardes, incluidas Valencia, Sevilla, Las Ventas y Nimes, si bien con ganado de pocas garantías. Cortó cuatro meritorias orejas y recibió tres cornadas, una de caballo en el Puerto de Santa María. Ojo: sus triunfos en la Plaza México no le sirvieron para exhibir una tauromaquia más consistente ni recibir un trato menos azaroso.

Joselito Adame consolida su carrera. Toreó 13 corridas, las más en cosos modestos, y consiguió 26 orejas y un rabo. La confirmación en Las Ventas de Alfredo Ríos El Conde puede calificarse de exitosa, aun sin corte de orejas, pues el hombre resolvió con gran solvencia y espectacularidad tamaño compromiso.

El Zapata salió a hombros en el coso francés de La Brède, Israel Téllez obtuvo importante oreja en Arles, El Payo ya no pudo retomar el ritmo que como novillero alcanzó en España y Alejandro Amaya cinco tardes y seis orejas. Muy amplio el horizonte de Juan Pablo Sánchez, quien tras exitosa campaña novilleril que incluyó sendos triunfos en Las Ventas, se hizo matador en septiembre. Debe regresarse cuanto antes si no quiere ser contaminado por el subdesarrollo taurino.

Brillante fue la campaña de Arturo Saldívar –24 novilladas y 23 orejas–; fructífera y sostenida la de Diego Silveti –23 tardes y 23 orejas y un rabo–, más su apoteosis en Quito; magnífico el saldo de Angelino de Arriaga –12, 11 y un rabo–, e igualmente prometedor el futuro de Sergio Flores –5 y 9–, al que dos percances impidieron sumar más fechas. Santiago Fausto, Mari Paz Torres y José Mari Macías también tocaron pelo en una o dos actuaciones.