El alza constante que ha aplicado el gobierno federal a los combustibles encareció 30 y 20 por ciento las gasolinas Magna y Premium, respectivamente, y hasta 57 por ciento el diesel en lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón.

Cuando el mandatario tomó posesión, en diciembre de 2006, la gasolina Magna costaba 6.71 pesos el litro, pero desde el pasado fin de semana, cuando se aplicó el último aumento mensual de 2010, su precio es de 8.76 (2.05 más por litro), de acuerdo con los precios establecidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Así, el dueño de un automóvil compacto pagaba 268 pesos para llenar el tanque de 40 litros con Magna, pero un cuatrienio después tiene que desembolsar 350 por la misma cantidad, es decir, 82 pesos más o un incremento de 30 por ciento.

En el caso del dueño de un automóvil grande o camioneta de modelo más reciente que requiere gasolina Premium, se pagaban 412.50 pesos para llenar un tanque de 50 litros (8.25 por cada uno). Cuatro años después del segundo gobierno federal panista, el litro de Premiun es de 10.10 pesos, así que para llenar dicho tanque el gasto asciende a 505 pesos: 87.8 más o 21 por ciento arriba.

El alza mayor corresponde al diesel –combustible que es utilizado por 80 por ciento del transporte de carga y pasajeros, así como por lanchas, tractores, camiones y otros vehículos de los sectores agrícola y pesquero–, pues acumula más aumentos que las gasolinas (sólo 62 desde 2008).

En 2006 el litro de diesel costaba 5.78 pesos por litro, pero ahora se vende a 9.12: 3.34 más que implican un alza acumulada en este trienio, ya es de 57.7 por ciento, más del triple de la inflación general de 18 por ciento para el mismo periodo.

El alza periódica de los combustibles fue impuesta por el gobierno de Calderón como continuación a la misma práctica que inauguró su antecesor, Vicente Fox. Sin embargo, fue suspendida el año pasado para las gasolinas, cuando a raíz de la crisis financiera Calderón suscribió el Acuerdo Nacional en favor de la Economía Familiar y el Empleo con los sectores empresarial y obrero, así como diversas organizaciones sociales, partidos políticos y el Poder Legislativo.

El congelamiento de precios duró menos de un año, porque para el 19 de diciembre de 2009 la SHCP volvió a aplicar los aumentos que no han cesado hasta ahora.