Ante el reto de consolidar un sistema educativo de calidad, 2010 ha sido fatídico, no sólo por la falta de dirección y coordinación desde la Secretaría de Educación Pública (SEP), se ha caído en una persistente simulación donde se dice que se capacita a los docentes, que llegará una verdadera revolución tecnológica a las aulas y que habrá más y mejor infraestructura, pero en los hechos, nada se concreta, afirmaron dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Aseguraron que nunca en la historia de la educación en México las comunidades escolares habían vivido tan aterrorizadas. Las escuelas son espacios sitiados por la violencia y el temor. Los efectos más graves del deterioro del país han recaído precisamente en la educación de niños y jóvenes.

Al analizar los retos que enfrenta la educación, Pedro Ramírez Vázquez, dirigente del magisterio disidente en la sección 36 del valle de México, indicó que vivimos el año “más difícil para la educación como un bien público de la nación. El embate de los gobiernos neoliberales y del charrismo sindical ha sido sistemático. Es evidente que se busca una privatización y un desmantelamiento de la escuela pública”.

Sin embargo, agregó que no sólo como magisterio disidente, muchos maestros en el país han manifestado su rechazo a la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), pero también a los mecanismos de autoritarismo y control que diario se ejerce en las escuelas.

Como CNTE, indicó, mantenemos un programas de lucha, pero también enfrentamos el reto de hacer de las reivindicaciones magisteriales y de la defensa de la escuela pública, una meta de la sociedad.

José González Figueroa, líder fundador de la CNTE y profesor con más de 40 años de servicio, destacó que la educación en México enfrenta una de sus etapas más terribles. Vivimos los efectos de la crisis económica, de la guerra contra el narcotráfico del gobierno calderonista, y la destrucción de un sistema educativo laico y gratuito.

Nos enfrentamos, indicó, “a un Estado fallido que ha dejado que millones de jóvenes se conviertan en ninis”.

A esto se suma que la escuela es violentada, al igual que el resto de la sociedad. Como maestros, nunca habíamos tenido que contender con riesgos como el secuestro de compañeros y alumnos, la posibilidad de ser extorsionados o, peor, que con los estudiantes en clase se ataque a las escuelas con ráfagas de metralleta, o se dejen mensajes intimidatorios para la comunidad escolar.

Jorge Cázares, dirigente disidente de la sección 18 de Michoacán, señaló que al celebrar el 31 aniversario de la CNTE, debemos hacer una profunda reflexión sobre la necesidad de involucrar cada vez más a los padres de familia en la defensa de la escuela pública. Reconocemos que no basta salir a defender nuestros derechos sindicales, debemos vencer a gobiernos neoliberales que se oponen a toda costa a preservar un sistema educativo laico, gratuito y obligatorio.

Mario Alberto Leyva, secretario de organización del magisterio disidente de la sección 10 del Distrito Federal, señaló que enfrentan un escenario muy complejo para 2011, pero estamos convencidos que hay una clara resistencia a la imposición de un modelo educativo privatizador. Por eso tenemos la posibilidad de generar una verdadera transformación del sistema que no sólo incluye a los profesores de base, sino a padres de familia, alumnos y a la sociedad en general.