Informa de trabas para maestros de la Normal Superior
a Escuela Normal Superior de México (ENSM), por cumplir 75 años de vida honrosamente dedicada a la formación de docentes, tiene su planta docente igualmente añosa, maestros de reconocida capacidad y entrega; muchos de ellos con más de 50 años de servicio ininterrumpidos y quienes, a raíz de la promulgación de la injusta Ley del ISSSTE, que en sus dos esquemas condena a los que se jubilan a una pensión raquítica e insuficiente para vivir, esperan una convocatoria que cada dos años hace la SEP para un programa de separación voluntaria, la que al menos, con el estímulo que otorga, permite resarcir en algo la pérdida que representa la simple jubilación. La más reciente acaba de publicarse pero con el candado injusto de siempre: sólo pueden adscribirse al programa aquellos maestros que no estén frente a grupo sino llevando a cabo tareas distintas a ello, por lo que en esas circunstancias premia a los que están detrás de un escritorio y no a los que cumplen con su labor sustantiva como lo es el trabajo directo con los docentes en formación. Esta vez se dio un hecho todavía más injusto: el director de la ENSM, doctor Gonzalo López Rueda, prometió que los primeros cinco maestros de la gran lista que está en espera serían descargados de grupos y dedicados a otras tareas, lo que les permitiría su participación. Sin embargo, ayer día 16, cierre de plazo para entrega de papeles, no hubo cumplimiento de la promesa ofrecida: se redujo a negar tal compromiso, todo esto con la complacencia de la dirección general, que tampoco hizo nada para remediar semejante agravio, lo que denuncio por ser una muestra de la indiferencia con la que las autoridades de toda índole están llevando a cabo sus funciones.
Atentamente:
Delegación sindical DII-EN-7. Responsable de la publicación: Benjamín Cortés Valadez, secretario general
Pide mejorar impartición de justicia
¿Era la señora Marisela Escobedo una activista? Yo creo que era una madre amorosa, sobre todo, y una mujer valiente, como la señora Wallace, pero sin dinero y sin un guardaespaldas que cubriera su integridad personal. Me pregunto cuántos casos así hay en nuestro país sin que se sepa que matan a los que piden justicia para los suyos. Creo que debe haber miles. ¿Y ahora qué? No es difícil suponer que se hallará (?) al asesino de la hija de la señora Escobedo y con eso el gobierno dará una imagen de que existe la justicia en nuestro país. Por lo pronto ya van a quitarles el fuero a los jueces que no sentenciaron al asesino de su hija. ¿Y ya para qué?
Los mexicanos tendremos que pensar en formas que garanticen que el dinero con que les pagamos a los jueces sirva para eso y no para que se alíen con los criminales.
María Rubi Trillo
Demanda abordar problema social a fondo
Cuando el problema es grave, hay que ir al fondo. A nadie se le ocurre preocuparse por el dolor de cabeza que tiene un enfermo terminal de cáncer.
No es el narcotráfico ni la llamada delincuencia organizada, tampoco es la economía. La verdadera causa del derrumbamiento general de México que desgraciadamente estamos viviendo es la ilegitimidad. La ilegitimidad (aunque pueda ser legal) como no tiene verdadero sustento tiene que buscarlo en lo no legítimo, allí empieza la corrupción que desencadena y propicia la corrupción general y destruye el estado de derecho. Sin estado de derecho simplemente no hay país.
Nada se puede construir sobre las arenas movedizas de la ilegitimidad.
Carlos Noriega Félix
Motivos para el miedo
En definitiva, Bucareli tiene algo que a quienes cobija les da una enorme valentía: Fernando Gómez Mont, anterior secretario de Gobernación, dijo que los cobardes morían muchas veces, mientras que los valientes sólo una (emulando con esto la filosofía de Kalimán, quien decía que los cobardes morían dos veces, una de miedo y después dejaban de existir realmente) y que él no tenía miedo. El jueves pasado le tocó a Blake Mora llamarnos miedosos a la sociedad en su conjunto (y nos culpó de que la violencia en el país se ha generado tal vez por omisión o permisibilidad social
), porque no denunciamos los ilícitos. Qué fácil es hablar cuando se cuenta con la protección de un cuerpo de seguridad, conformado por miembros del Estado Mayor Presidencial, la Policía Federal y el Ejército, además de vehículos blindados, que se compran con nuestro dinero pero a los cuales no tenemos derecho. Ahora estamos lucidos: por un lado rehenes de la inseguridad (más de 30 mil muertos por la guerra contra el crimen organizado) y por el otro insultados por el actual secretario de Gobernación. Finalmente cabe aquí el ejemplo de la señora Marisela Escobedo, quien denunció un ilícito y el mismo día en que recibimos la agresión verbal de Blake Mora, fue asesinada. ¿Y aun así no debemos tener miedo, señor secretario?
Fernando Quiroz Nácar
Llama a universitarios a promover la cultura
Cultura viene del verbo latino coleo, coles, colere, colui, cultum, que significa nada más, pero nada menos: cultivar, construir, edificar, fundar... La cultura teje y funda a la nación, por consiguiente, sin cultura no hay nación. La encuesta del CNCA sobre hábitos, opinión y participación cultural de los mexicanos es para sumirnos en la desesperación. Casi 50 por ciento de los compatriotas no muestra interés por la cultura. Casi nadie va al teatro y muchos en 12 meses no se han acercado a la literatura. En cambio, 90 por ciento está pegado más de dos horas diarias a la perniciosa, inútil e irreformable televisión. Los resultados de la encuesta del CNCA fortalecen la dinámica crítica de Politécnicos en Defensa del XEIPN Canal XI, no a la telebasura, tanto de nuestro canal como de Televisa y Tv Azteca.
Además, nos obliga a todas las universidades, y en especial a mi institución, el Instituto Politécnico Nacional, a multiplicar la crítica para identificar lo que hemos hecho mal y cómo elevar el interés y nivel cultural de los mexicanos, pues siempre todos los centros de educación superior declaramos que la difusión de la cultura es una de nuestras actividades sustantivas
. Sin rasgarnos las vestiduras, las IES algo tenemos que hacer, y hacerlo bien.
Rubén Mares Gallardo