Guadalajara, Jal., 17 de diciembre. El cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, suplicó a los grupos del crimen organizado que dejen de lado los enfrentamientos y hagan una tregua en esta época de Navidad.

Ojalá que, al menos en estos días de Navidad, los enfrentamientos que con tanta saña y violencia se dan entre los grupos delincuenciales, se aplaquen un poco y ofrezcan una tregua al Señor; yo se los pido, se los suplico, imploró el prelado en un texto titulado En Navidad, freno a la violencia, publicado en la reciente edición de El Semanario, órgano de difusión de la arquidiócesis de Guadalajara.

Es el segundo llamado que Sandoval Íñiguez hace al narcotráfico en menos de siete días. El pasado día 12, al término de la misa a la Virgen de Guadalupe en el santuario de Guadalajara, el cardenal condenó el ataque del viernes 11 en Tecalitlán, que dejó 11 muertos y 22 heridos.

Estamos en un tiempo difícil. Sé que me quieren preguntar de la violencia; lamentamos mucho lo que pasó ayer; estos señores ya no se midieron. En una reunión de gente que estaba rezando, en un acto religioso, se agarran a balazos; que respeten siquiera las cosas sagradas, que no se echen la sal, que no se salen, expresó ese día.

Ahora, en El Semanario, el jerarca católico llama a los fieles a dar un sentido más profundo a la Navidad. “Quien se prepara a la celebración de la Navidad debe de tener en cuenta que esto nada tiene que ver con manifestaciones festivas donde imperen el baile, el alcohol y otros excesos; que el nacimiento de Cristo es una conmemoración eminentemente religiosa, que marca el inicio del misterio de la redención, y que requiere, por tanto, un ambiente previo, de fe y de alegría también, pero sin abusos que ofendan al Señor.

En cuanto a la costumbre de los aguinaldos, de dar y recibir regalos, está bien hacerlo, porque si Dios se nos regaló en Cristo, su hijo, nosotros podemos replicar ese mensaje obsequiando algo a los demás. Pero les recomiendo que no se olviden de que hay muchos que carecen de todo, y que antes de adquirir sus regalos aparten algo de lo que ustedes han recibido para darlo a esos hermanos.