Al presentar las conclusiones del foro: Violencia e impunidad: diálogo+alternativas, la Fundación Colosio resaltó que la estrategia del gobierno federal contra el crimen organizado ha sido fallida, porque partió de un mal diagnóstico y, por tanto, no supo dimensionar el problema, además de que las fuerzas del Estado no están preparadas para hacerle frente.

En conferencia de prensa, el presidente de la fundación, Marco Antonio Bernal, sostuvo que es necesario blindar la política de seguridad para que no se utilice con fines políticos, sobre todo cuando en México tenemos una muy pobre y distorsionada cultura de la legalidad.

Se pronunció por una estrategia integral de seguridad, que incluya políticas públicas en todos los sectores de gobierno y en todos los ámbitos de la sociedad. La solución a la inseguridad que hoy vivimos, añadió, requiere de la definición de una política social que responda a los graves problemas del desarrollo humano desarticulado, desordenado, desigual, inequitativo y excluyente.

Planteó como necesaria una reforma a la Procuraduría General de la República, que incluya la posibilidad de crear dos grandes fiscalías: una general de la nación y otra para el combate al crimen organizado.

El priísta cuestionó que en lugar de desactivar al crimen, el gobierno federal haya desatado una ola de violencia que jamás se había vivido en el país. De ahí surge la propuesta de ver el problema desde otros enfoques, y el reclamo nacional de que se termine con la violencia y la impunidad, manifestó.

Juan Henao Gómez, director del Instituto Republicano Internacional, y Luis Gárate Sainz, coordinador de la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica, presentaron junto con Bernal las conclusiones del foro que se realizó en septiembre pasado, en el cual participaron líderes y militantes de los principales partidos políticos, así como especialistas y dirigentes sociales de organizaciones nacionales y regionales.