El lenguaje ambiguo característico de la Legión de Cristo y del propio Vaticano se manifiesta en la reciente decisión de esa congregación religiosa al decidir eliminar las referencias públicas a su fundador, Marcial Maciel, y al mismo tiempo permitir el uso personal de fotografías y escritos del mismo para sacar contenidos de predicación, lo cual es absurdo, porque aun el Papa lo tildó de falso profeta, señaló José Barba, uno de los ocho ex legionarios que denunciaron los abusos sexuales del sacerdote.

¿Cómo pueden sacar doctrina de un falso profeta para la predicación? No tiene sentido. A menos que haya un error gravísimo; me parece absurdo, dijo.

Por separado, Arturo Jurado y José Antonio Pérez, también ex miembros de la congregación, criticaron la falta de congruencia de los legionarios de Cristo entre palabras y actos, y dudaron de la refundación de la agrupación.

Jurado aseguró haber sido testigo de la corrupción y mentiras de los altos jerarcas de la Iglesia. Sus acciones no corresponden a lo que dicen. Su conducta no tiene nada que ver con la verdad, la justicia ni la caridad”.

Consideró que las disposiciones anunciadas anteayer están muy bien en el papel, pero no representan nada para las víctimas y descartó que se dé una refundación en la congregación, toda vez que siguen las mismas personas en el poder.

En el mismo tenor se pronunció Pérez Olvera, al afirmar que la comisión investigadora nombrada por el Vaticano debió conformarse con gente de probada moral y externa a la congregación, que metiera orden en la estructura de la misma, por lo que dudó que se dé la renovación.

Manuel Corral, vocero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, consideró positiva la medida anunciada anteayer por la Legión de Cristo, aunque pronosticó que será un proceso lento.

Respecto del disenso de los ex legionarios, Corral apuntó que ninguna decisión va a dejar contentos a todos. Lógicamente los ex legionarios dirán que no es suficiente.