La Procuraduría General de la República (PGR) ofreció hasta 9 millones de pesos como recompensa a quienes proporcionen información que conduzca a la captura de nueve presuntos delincuentes, identificados como integrantes de los cárteles de Sinaloa, Los Zetas y una banda de secuestradores y homicidas que actuaba en el estado de Sinaloa. Sin embargo, informaciones periodísticas, señalan que uno de los buscados, Édgar Castil Moyá, fue ultimado en febrero de 2006.

La dependencia federal publicó en el Diario Oficial de la Federación y difundió por medio de comunicados de prensa el ofrecimiento de recompensas para quien dé informes que lleven a la detención, en un primer caso, de Dariel García Ontiveros, El Abuelo; Héctor Eduardo Guajardo Hernández y Paul Salomón Sauceda, integrantes del cártel de Sinaloa que servían a Raydel López Uriarte, El Muletas, y Teodoro García Simental, El Teo, operadores de esa organización criminal en Baja California.

Las autoridades bajacalifornianas han identificado al grupo por el que se ofrece recompensa de hasta 3 millones de pesos, como la banda de Los Teos, relacionada con al menos diez plagios de comerciantes y empresarios de esa entidad.

Antes de formar su propio grupo delictivo, Víctor Dariel García Ontiveros estuvo a las órdenes del cártel de los hermanos Arellano Félix, pero abandonó esa organización cuando sus parientes decidieron convertirse en los operadores del cártel de Sinaloa en Baja California.

El Abuelo es sobrino de Teodoro García Simental, quien hasta 2007 era el jefe de sicarios de los Arellano Félix y luego se pasó a la organización que dirigen Joaquín El Chapo Guzmán e Isamel El Mayo Zambada García.

El segundo ofrecimiento de la PGR se refiere a Carlos Barragán Figueroa, El Paletas; Carlos Raúl González Muñoz y Raúl Junior Hernández González, involucrados en un frustrado atentado en Cancún, Quintana Roo, el pasado 15 de septiembre.

Según las investigaciones realizadas por el Ministerio Público Federal, El Paletas fue el encargado de organizar el atentado en el cual participarían francotiradores que abrirían fuego contra los asistentes a la ceremonia del grito de Independencia en el palacio municipal de Benito Juárez (Cancún), y también utilizarían granadas. La intención era distraer a las autoridades mientras otros integrantes del grupo criminal liberaban reclusos en la prisión local.

Supuestamente Barragán Figueroa buscaba asegurar con ello su liderazgo dentro del cártel de Los Zetas en la zona. Sin embargo, el atentado fue frustrado, gracias a que los agentes municipales detectaron una camioneta con reporte de robo y ello provocó que detuvieran a los ocupantes de la unidad al descubrir armas dentro del vehículo.

El tercer ofrecimiento de recompensas involucra a Jesús Uriel Rocha Ramírez, Armando Acosta Murillo y Édgar Castil Moyá, integrantes de un grupo criminal que operaba en Sinaloa, dedicado al plagio.

Castil Moyá es señalado como responsable de la muertes de Zulema Karina Carrillo Alarcón, en septiembre de 1998. Según registros periodísticos, el presunto homicida fue ejecutado ocho años más tarde.