Montevideo, 13 de diciembre. Un uruguayo se convirtió en la primera persona en el mundo en poder controlar manualmente la entrada del esófago para tragar alimentos, mediante un dispositivo experimental desarrollado en la Universidad de California en Davis, confirmó su médico.

El paciente, un médico uruguayo de 56 años, perdió la capacidad de comer o beber hace más de dos años, tras someterse a quimio y radioterapia para tratar un cáncer de amígdalas. Debía alimentarse por medio de un tubo.

Fue el propio paciente quien se contactó con el sistema de salud de la Universidad de California en Davis, por su experiencia en el tratamiento de trastornos de la voz y de la deglución. Allí, Peter Belafsky, director del área de Voz y Deglución, hacía cinco años que trabajaba en el desarrollo de un dispositivo que permitiera tragar a las personas que no podían hacerlo.

“Desarrollamos un dispositivo que es como la varilla de un arete, el cual sobresale un cuarto de pulgada (0.6 centímetros) de la piel, muy parecido a un piercing”, explicó Belafsky en un comunicado difundido el 30 de noviembre por la universidad.

El dispositivo incluye una pequeña varilla de titanio cosida al cartílago del cuello, lo que permite a nuestro paciente tirar del dispositivo en forma segura y sin dolor para mover su laringe y abrir el esófago para permitir el paso de comida y líquido. Es la primera vez que una persona ha podido controlar en forma manual la entrada al esófago, precisó.

Belafsky llegó a la versión utilizada tras crear varios prototipos y probar el dispositivo en animales y cadáveres.

La mayoría de nosotros ni siquiera piensa en el complejo proceso físico detrás del acto de comer y tragar, indicó el médico. No poder tragar es realmente un problema que afecta la vida. Soy muy optimista de que este pequeño artefacto biomédico pueda ayudar a mejorar la calidad de vida a muchas personas que sufren problemas severos de deglución.

El inédito artefacto transforma el acto automático de la deglución en voluntario, explicó Jorge Carrau, otorrinolaringólogo que trata al paciente en Uruguay.

El pequeño aparato fue colocado por Belafsky y su colega Gregory Farwell, también de la UC Davis, en agosto, en una intervención quirúrgica que duró 45 minutos, realizada en Uruguay.

El paciente debió esperar unos meses antes de usar el dispositivo, para asegurarse de que se había integrado correctamente al cartílago ubicado justo encima de la glándula tiroidea en la garganta.

La adaptación es muy buena, la evolución está siendo satisfactoria y el paciente está tragando líquidos, señaló Carrau, al explicar que el paciente todavía está en una etapa de readiestramiento del mecanismo de tragar.

A la pregunta sobre si en el futuro el paciente podrá consumir sólidos, indicó: Hasta dónde vamos a llegar no sé, pero ésa sería la expectativa.

El dispositivo está en etapa de estudio. Es un tema delicado porque puede generar falsas expectativas y esto no es para todos los trastornos de la deglución. El tiempo y la información que se vaya recabando nos dirá cuán bueno va a ser esto y qué resultado dará.