Una exposición de lujo
einventario es el título de la exposición de pinturas y dibujos que el maestro Rafael Sánchez de Icaza presenta del sábado 11 al domingo 19 de diciembre en la Galería Torre del Reloj, en las calles de Emilio Castelar y Edgar Allan Poe, en Polanco, de las 10 a las 20 horas de lunes a viernes, de las 11 a las 18 horas el sábado y de las 11 a las 14 horas los domingos, para disfrute de cuantos aman las artes plásticas y de quienes han seguido la sólida evolución del pintor, sus conceptos estéticos, variedad de temas y solidez técnica al servicio de una vasta imaginación tan lúdica como reflexiva.
Además del arduo y placentero trabajo cotidiano, otros elementos sostienen las sucesivas etapas creadoras de Sánchez de Icaza: convicción de su quehacer, seguridad en su espíritu creador y en las expresiones plasmadas en diversas vertientes, trátese de motivos precolombinos, autóctonos, musicales, religiosos o incluso taurinos, que para sus pinceles no hay tema aborrecido.
En esta exposición, el autor apuesta por un original acercamiento a la estética precolombina, lejos del copismo –Guerrero jaguar
y Guerrero águila
, por ejemplo– y muy cerca de una rica inventiva; o de motivos logradamente mexicanizados como la innovadora visión del valle de México en su deliciosa Ciudad chinampa, o el sorprendente cuadro Jazz mexicano, donde blues y glifos, simbologías e instrumentos, suenan
en insospechada armonía.
Figuras magistralmente fragmentadas al ocuparse del tema taurino, destacan no sólo las espléndidas tonalidades obtenidas por Sánchez de Icaza sino el impacto visual que producen sus óleos monocromáticos o en gamas del mismo color, como Natural áureo, o Primera vara, o Derrote, donde una soberbia cabeza en rojos cornea a las alturas al tiempo que intenta llenarse de infinito, o Indulto, con ocho suertes en diferente coloración cada una.
Asombra por su elocuencia el cuadro intitulado Ecológico, un arrogante toro de pronunciadas astas en intensas y confirmadoras tonalidades de verde, con una vitalidad rebosada, resultado de su crianza en un privilegiado entorno agropecuario que inevitablemente desaparecería si desaparece el auténtico toro de lidia. Espléndidas son también sus tintas chinas sobre papel, con economía de trazos, cabal conocimiento de cada suerte y una gran intensidad al transmitir su magia respectiva. Reconfortante el disfrute de este magnífico reinventario pictórico.