París, 12 de diciembre. La lividez de su tez, sus mejillas hundidas y una nariz deformada por innumerables operaciones estéticas eran los rasgos característicos de los últimos años de vida de Michael Jackson. La imagen de ese rostro inerte que asustaba es la que ha quedado para el recuerdo tras la muerte, hace un año y medio, del Rey del pop.

Sin embargo, en París se subastararán fotografías artísticas, contactos y copias que retratan a un icono del pop que podría competir con cualquier top model: bello, sexy y encantador.

Las imágenes, que serán puestas a la venta este lunes, datan de julio de 1999. Fueron tomadas por Arno Bani, que entonces tenía 23 años y era prácticamente desconocido.

Jackson pudo haber confiado el encargo fotográfico para la portada de su disco Invincible a los más grandes; sin embargo, quería a un fotógrafo joven, que no estuviera acostumbrado aún a trabajar con estrellas y no estuviera corrompido por el sistema.

En total serán subastadas cuatro enormes imágenes, 55 copias y 31 hojas de contacto. De las sesiones fotográficas –que tuvieron lugar en París bajo las más estrictas medidas de seguridad– nacieron retratos únicos: Jackson como faraón egipcio envuelto en una capa con bordados en oro; como chico guapo melancólico y vestido totalmente de negro, frente a un telón rojo, y como una especie de Peter Pan con un ojo azul pintado.

Bani ha transformado a Jackson ante la cámara y le dio una imagen diferente: cabello corto, ligero bronceado y belleza.

Jackson, por lo visto, estaba encantado con las imágenes. “Decía cada vez “‘oh yeah, yeah’ mientras aplaudía”, relató el fotógrafo. También el hijo de Jackson estaba maravillado con las imágenes. Papá, estás increíble, dijo Prince Michael.

Sin embargo, cuando apareció Invincible, en 2001, ninguna de las imágenes ilustró la portada. En el contrato el fotógrafo se había comprometido a ceder los derechos por diez años a la discográfica Sony.

Ahora las copias originales de las fotos serán subastadas en la casa de remates Pierre Bergé & Associés, en el elegante hotel Salomón de Rothschild. El precio de salida de los cuatro retratos será de mil euros el de las copias, y las hojas de contacto, 500.