Unos días después que el presidente Felipe Calderón afirmó que sería una tragedia regresar al pasado, la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, cuestionó que la elite política no valore la crítica y sólo la use para denigrar, con reiterada inclinación por el maniqueísmo.

En respuesta a las declaraciones del jefe del Ejecutivo federal, Paredes contestó: “Nosotros no queremos discutir el pasado con el presidente Calderón; el pasado ya pasó. Queremos discutir el presente y el futuro, pero sobre todo el presente, porque ahí está su responsabilidad.

En el presente es donde el presidente Calderón es presidente. Fue presidente del PAN en el pasado reciente y no dijo nada de lo que dice ahora. Hay una intencionalidad de atrapar al priísmo en la discusión del pasado.

Sostuvo que los priístas resolvimos el pasado mejor que como se está resolviendo el presente. Advirtió que en lugar de seguir en ese juego, debe responderse a lo que hoy quieren los mexicanos: soluciones a los problemas nacionales.

Planteó que los políticos deben atender uno de los principales retos de este siglo: encontrar los mecanismos que promuevan la conciliación de intereses para enfrentar los problemas del país.

Durante la presentación del libro Revolución e instituciones, coeditado por el PRI, manifestó que en ese juego de autodenigración generalizada (de gobiernos panistas) que nos quiere llevar al debate de ¿quiénes son peores, quiénes son más peores y quiénes son superpeores?, hay cosas interesantes que han hecho en los 10 años recientes. Todas, por cierto, aprobadas por la mayoría (del PRI) en la Cámara de Diputados o la mayoría en el Senado con apoyo del PRI.

Recordó que la única institución creada en esta década es el Instituto Federal de Acceso a la Información, pero se creó por iniciativa del Poder Legislativo; no del Ejecutivo.

Ante antiguos dirigentes del PRI, integrantes de la Asociación de Ex legisladores, escritores y otras personalidades, reunidos en el hotel Camino Real, subrayó que el gran problema del inicio del siglo XXI, el gran desafío para la política y para la sociología mexicanas es: ¿cómo logramos conciliar, sin aniquilar a los que ganan y a los que pierden?

Dijo que el PRI del siglo XX cumplió con sus responsabilidades, con insuficiencias y aciertos, con grandeza, con errores, pero hizo el México moderno.