Casi en silencio, sin mucho ruido, como dice que llegó a la escena del son hace más de seis décadas, Luis Ángel Silva Melón estará esta noche, a partir de las 20 horas, en el tablado de la Casa de la Paz, donde la Universidad Autónoma Metropolitana le rendirá homenaje y develará una placa en su honor.

El impulsor del chúa-chúa, cuando formaba grupo con Lobo, estilo tomado del scat y el bebop de los músicos estadunidenses, contempla la idea del retiro, aunque seguramente la demanda de su cauda de seguidores sea en sentido contrario, a juzgar por los llenos que se han registrado en los pasados dos miércoles en el mismo recinto.

Amalia Batista, Por seguir tus huellas, Niebla del riachuelo, El reloj de Pastora, La sitiera, Cosas del alma y Almendra, son sólo algunos de los éxitos que le han dado fama a Melón, ahora acompañado de sus Lobos, otros ocho destacados atrilistas, algunos de los cuales se formaron en los talleres impartidos por el sonero.

A lo largo de su carrera, Melón ha tenido el privilegio, según confiesa, de alternar con sus ídolos, algo de lo que pocos músicos pueden preciarse. Actuó al lado de grandes como Tito Puente, Tito Rodríguez, Machito, Johnny Pacheco, y quizá sea el único mexicano que por 26 semanas consecutivas, en 1978, se mantuvo en las listas del Cash box neoyorquino, termómetro del éxito y la fama en Estados Unidos.

La función de este miércoles es a las 20 horas, en Cozumel 33, entre Durango y Sinaloa, en la colonia Roma. La estación Sevilla del Metro es la más cercano a al teatro Casa de la Paz.