Una semana después de que el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, fue sometido a una angioplastia por haber sufrido un infarto, el jerarca hizo caso omiso de algunas de las indicaciones de los médicos respecto a que debería estar en reposo en algún lugar con menos altura y cuidar su alimentación.

Ayer, el prelado acudió al restaurante Arroyo, al sur de la ciudad, cuya especialidad son las carnitas.

Luego de que su mal cardiaco fue puesto en duda por algunos sectores, ya que coincidó con el día en que debía ejecutarse una orden de captura librada en su contra por un juez, y que su hermana mayor, Lily Cepeda, quien lo visitó en el nosocomio, manifestó su enojo porque se haya insinuado que el percance cardiaco hubiera sido una simulación para aminorar los efectos de la demanda en su contra por presunto fraude procesal por 130 millones de dólares, Onésimo Cepeda reapareció en el celebración del 70 aniversario del restaurante Arroyo.

Fuentes cercanas al obispo habían comentado que en 15 días podría volver a todas sus actividades normales y estaría oficiando misa, sin embargo, una especialista consultada por La Jornada señaló que si en una angioplastia no hubo complicaciones y es selectiva, el paciente puede estar bien en un día; si hubo infarto, tomará una semana la recuperación, y si hubo complicaciones, aproximadamente dos semanas.

En el restaurante, Onésimo Cepeda se negó a hablar del asunto legal en su contra; argumentó que eso lo resolverá en los juzgados, “no a periodicazos, que sólo sirven para matar moscas”. También aprovechó para criticar los comentarios hechos por algunos comunicadores, que pusieron en duda su mal estado de salud.

Hay muchos periodistas a quienes les podría decir, como López Dóriga, que les pagaron para que dijeran estas cosas; que no se haga el loco, aquí estoy y estoy perfectamente bien, y sin embargo, López Dóriga sigue diciendo que me tienen escondido; aquí estoy y le pueden decir a él que estoy sin esposas, sin esconderme, porque no tengo nadie de quién esconderme, gracias a Dios.

Según la experta consultada, una angioplastia es un procedimiento para restituir el flujo sanguíneo a través de arterias que están estrechadas o bloqueadas por placa. El experto introduce un tubo delgado a través de un vaso sanguíneo del brazo o de la ingle hasta el área afectada. Dicho tubo tiene un pequeño globo en un extremo, y cuando el tubo llega al lugar afectado, el médico infla el globo para ampliar el diámetro de la arteria.