Como la oferta futbolera de Pumas y Monterrey estuvo lejos de ser generosa, la señora justicia dictaminó un empate sin goles en el partido de ida de semifinales.

Y con la igualada de anoche en el estadio Olímpico Universitario, los del Pedregal están obligados a ganar por cualquier marcador en la vuelta del domingo si desean estar en la gran final.

Los Rayados continúan teniendo la ventaja del empate por su mejor posición en la clasificación general.

Ni cenizas de un buen balompié hubo en la primera parte del trámite. Tanto los anfitriones como los regiomontanos salieron a trabajar sin brújula, sin pizca de talento.

Parecía un duelo de peloteo estéril, porque el intercambio del balón se dio muy lejos de las porterías. Nadie podía manejar el partido ni imponer condiciones.

Hasta el minuto 14 el portero visitante Jonathan Orozco fue requerido. Nada para alterar su tranquilidad, ya que el cobro de una falta por parte de Leandro Augusto, desde fuera del área, fue directamente a sus manos.

El que parecía que no deseaba desentumirse era el arquero Sergio Bernal. Al minuto 20 se quedó parado viendo cómo pasaba el balón que mandó Neri Cardozo desde el sector izquierdo. Para fortuna del veterano la pelota pegó en el poste izquierdo de su arco y se conjuró así el peligro.

Cinco minutos después un rechazo le cayó a Cardozo dentro del área, pero definió de manera infame.

A Pumas también le cayó un regalo, al 29, en un mal despeje de Walter Ayoví. Sin embargo, en los linderos del área Francisco Palencia y Martín Bravo se estorbaron y el disparo de este último salió desviado.

El virus de la improductividad continuó afectando a ambos conjuntos en el complemento.

Aunque los auriazules hicieron una modificación en el ataque, al salir Dante López y entrar Juan Carlos Cacho, no hubo los frutos deseados.

Cacho sólo estuvo cerca de marcar la diferencia al minuto 72. De hecho fue la mejor acción de los capitalinos, porque Leandro mandó un tiro cruzado desde el sector izquierdo y el portero Orozco rechazó el balón, y al dejárselo a Cacho tuvo que volver a rechazar para evitar la caída de su meta.

El encuentro de anoche en CU entre auriazules y rayados fue improductivo; prevaleció el intercambio del balón lejos de las porteríasFoto Alfredo Domínguez

Monterrey prácticamente se quedó en su cancha en este periodo, cuidando el 0-0.

Casi al final por poco paga las consecuencias, sólo que el árbitro Roberto García le anuló el gol a Pumas por falta de Darío Verón sobre Ricardo Osorio.

¡Cómo no te voy a querer!, terminó coreando la afición universitaria. Aunque algunos pasaron del amor al odio y en un palco, cerca de la zona de prensa, se dieron con todo.

El empate de anoche en CU no le sabe a victoria al Monterrey, señaló el defensa Osorio, al concluir el partido: La moneda está en el aire todavía.

Lo que sí aceptó es que fue importante mantener sin goles su portería y espera que puedan concluir en su favor la faena este domingo en su cancha.

El técnico de los Rayados, Víctor Manuel Vucetich, mientras tanto, adelantó que buscará modificar un poquito en casa su esquema, para tener más oportunidades de gol y ser contundentes.

Rechazó que su equipo haya sido temeroso. Para él jugaron de manera inteligente y consideró que la obligación de atacar la tenía más Pumas.

Y como los anfitriones tampoco arriesgaron mucho, se hizo un partido muy sordo, señaló.

Su homólogo en el cuadro de la UNAM, Guillermo Vázquez, aceptó que quedó tranquilo por la entrega de sus dirigidos y espera un mejor resultado en el duelo de revancha: Con la seguridad que está mostrando el equipo dentro de la cancha podemos enfrentar a cualquier rival en cualquier escenario.

Espera que haya más espacios en el duelo del domingo, porque no cree que Monterrey se eche para atrás en su casa.

Sobre el gol anulado, dijo que no pudo apreciar la repetición, pero el árbitro lo invalidó y no hay nada qué hacer.