Aunque aún no está concluída, la nueva sede del Senado será entregada hoy a los integrantes de los órganos de dirección de esa cámara, para que lleven a cabo la ceremonia de izamiento de la bandera en el inmueble proyectado como Palacio Legislativo, cuyo costo es ya cercano a los 2 mil 300 millones de pesos.

Nos da mucho gusto que en una fecha tan emblemática, como lo es el centenario de la Revolución Mexicana podamos hacer el abanderamiento de nuestra nueva sede, comentó el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, el panista José González Morfín, durante un último recorrido que realizaron ayer por el inmueble localizado en Reforma e Insurgentes.

A principios de este año tenían programado estrenar las instalaciones en agosto, pero el retraso en la construcción lo impidió, y tampoco podrán mudarse este 20 de noviembre, porque sólo está terminado el salón de sesiones; faltan las oficinas y otras áreas.

Trabajadores realizan la limpieza de la nueva sede del SenadoFoto Yazmín Ortega Cortés

En el recorrido de ayer, en el que participaron también el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, y los coordinadores del PT y el Verde, Ricardo Monreal y Arturo Escobar, respectivamente, los legisladores constataron los avances del proyecto arquitectónico que abarca una construcción de 72 mil 790 metros cuadrados.

Monreal dijo que la obra fue realizada por ingenieros y arquitectos mexicanos, pero consideró que es un exceso, porque son oficinas de lujo que no se justifican en momentos de crisis.

A su juicio el costo de 2 mil 300 millones de pesos es muy oneroso, aunque, dijo, en la Junta de Coordinación Política se ha argumentado que el Senado se ahorrará 100 millones de pesos al año, cantidad que pagaba por la renta de varios edificios, entre ellos la Torre de El Caballito.