Lo sucedido el miércoles, en el primer duelo de los cuartos de final contra los Pumas, demostró que en Cruz Azul también estamos con esa dosis de suerte, declaró ayer Christian Giménez.

No sólo la anotación de Horacio Cervantes cayó de manera fortuita, sino también el soberbio gol del llamado Chaco. Obviamente que fue de suerte, porque esas pelotas puedo encontrarlas 10 veces y nueve las mando a la tribuna, comentó ayer, en la conferencia de prensa en las instalaciones de La Noria.

Resaltó que se encuentran haciendo las cosas bien y no deben pensar más allá de lo que estamos viviendo en este momento, porque no hemos logrado nada, aunque recordó que su primera meta era estar en la liguilla, ya jugamos el partido de ida y lo hicimos bien (ganaron 2-1), ahora la única manera en que podemos avanzar es jugando con la misma intensidad. Sabiendo que Pumas es un rival complicado y así como nosotros ganamos en CU, ellos nos pueden ganar en el Azul.

Giménez rechazó que su gol del miércoles sea el que más le haya gustado, pero fue lindo, muy bueno, porque la vez anterior que jugó en el estadio Olímpico Universitario falló un penal.

–¿Se sacó una espina?, le cuestionaron.

–No, me saqué la espina después, con otro penal que tiré contra Necaxa. Ahí más o menos me saqué la espina, porque era algo a lo que no estaba acostumbrado.

Sobre si el equipo dependía ahora más de él, definitivamente dijo que no. De lo que más dependemos es del funcionamiento colectivo. Creo que lo hemos demostrado a lo largo del torneo, no dependemos de un solo jugador. Por ahí soy un poco más el que agarra la pelota, pero es por la posición donde juego.

Seguir soñando

Tampoco cree que saldó su deuda con la afición ya que no rindió lo esperado en el primer torneo con el equipo. Hasta el día que no logre algo importante no voy a saldar ninguna deuda, indicó, agregando que únicamente se puede estar contento con el título.

El zaguero Horacio Cervantes, por su parte, confió que en el tanto que marcó con la espalda, se acercó a Giménez cuando éste iba a cobrar la falta, y le dijo que tirara a gol, porque alguien podría desviar el balón y confundir al portero. Jamás esperó que él habría de hacerlo.

Agregó que afortunadamente pudieron remontar el marcador y ahora espero que la afición siga soñando como nosotros en alcanzar el título.