No tengo varita mágica ni me gusta vender cuentos, señaló
Viernes 19 de noviembre de 2010, p. a21
Zaragoza, 18 de noviembre. Sólo una victoria en 11 partidos, último en la tabla con siete puntos e inmerso en una crisis institucional de largo recorrido: Esa es la radiografía del moribundo Zaragoza, el equipo que el mexicano Javier Aguirre tiene que resucitar en su regreso al futbol español.
Es un proyecto enorme. La presión existe desde que se acepta. Entrenar al Real Zaragoza es un reto, es uno de los equipos grandes de España por su historia
, dijo el Vasco en su presentación hoy como nuevo entrenador del club aragonés, en la que dijo que no cuenta con una varita mágica ni le gusta vender cuentos.
El mexicano llega a una entidad que es una olla a presión.
Acostumbrado a moverse en la zona media-alta de la clasificación, el club zaragozano se ha caído de forma acelerada en años recientes, víctima de los malos resultados deportivos y de la enorme deuda económica.
Aguirre sustituye en el cargo a José Aurelio Gay y se convierte en el séptimo entrenador del equipo desde que Agapito Iglesias se hizo con la propiedad del club en 2006.
La posibilidad de que el club desaparezca, incapaz de afrontar sus compromisos económicos si vuelve a bajar a segunda división es un temor cada vez más real en Zaragoza, una ciudad de unos 700 mil habitantes, considerada la quinta más importante de España.
Sin embargo, el timonel se mostró optimista. Tenemos que sumar, mirar todos hacia el mismo lado. Tenemos una plantilla de calidad, suficiente para salir de esta situación. Además, queda mucha liga y hay tiempo para recuperarse
, dijo el técnico que firmó contrato hasta finales de junio, con opción de renovar un año más si evita el descenso.
Aguirre aclaró que animó a los jugadores, pero yo no tengo una varita mágica. Además, La Romareda tiene que ser un fortín y nosotros pelear
, señaló.
Jugaremos como una final porque es lo que necesitamos. Hay que ir paso a paso y no mirar más allá del siguiente encuentro. No me gusta vender cuentos ni pasos fáciles porque no funcionan. Es cosa de adquirir el ritmo y que se acompañe de un par de buenos resultados. No debemos esperar que en Navidad venga nadie a sacarnos de problemas. Es un momento delicado, pero no es el fin del mundo.
Aguirre, quien llegó a Zaragoza acompañado de un auxiliar, Manuel Vidrio, y el preparador físico Juan Iribarren, debutará el lunes ante el Getafe, un equipo que está como nosotros, en un momento delicado, y será la primera de las 27 finales que nos restan
.